Esta semana, Adán Augusto, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), ha arremetido en contra de los gobernadores de oposición, al señalar que sus estados eran los más violentos de México.
En ese sentido, ha criticado a los legisladores de oposición que rechazaron la reforma con la que se amplía la presencia del Ejército en las calles hasta 2028.
Para ello, reprochó que por un lado niegan el voto y por otro “claman” por el apoyo de la Guardia Nacional (GN) para resolver los problemas de seguridad de sus entidades.
“Son ejercicios de hipocresía. Imagínense, un gobernador publica que, si no ha sido por la intervención de los militares, en un incidente en su estado, pues hubiese habido una masacre… están convertidos en paraíso de la incidencia delictiva y nuestro compromiso es que esto no siga sucediendo y ayudar a los gobiernos de esos estados”, reclamó.
Esta postura de confrontación del exgobernador de Tabasco ha sido criticada por especialistas al señalar que está incumpliendo con su responsabilidad de mantener una “gobernabilidad democrática” en el país.
Te puede interesar | “Un militar puede ser presidente por la vía de las urnas”, sugiere Segob
Ulises Corona, politólogo y analista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), calificó cómo “asombrosa y triste” la actitud de López Hernández debido a que su responsabilidad es mantener la gobernabilidad democrática; y contrario a ello, se encuentra “crispando la relación con los gobernadores del país”.
“El secretario de Gobernación tiene la obligación de ser el vínculo entre el Ejecutivo, los poderes y actores políticos, pero, sobre todo, mantener los equilibrios con los factores reales de poder que existen en México, pero no está haciendo su trabajo”, dijo.
En ese sentido, señaló que esto genera un clima de inestabilidad social, lo cual se suma a lo que ya viene realizando el presidente Andrés Manuel López Obrador y que, además, se traduce en más ataques a la oposición de otros sectores de la población.
“Lo único que están poniendo de manifiesto es su ineptitud de gobernar, generar consenso, diálogo y política social”, comentó.
Destacó que la confrontación puede seguir subiendo de tono a medida que siga el tema electoral, pues aseguró que el secretario de Gobernación ya está “fuera de control” y el tema del conflicto y de gobernabilidad “ya se le salió de las manos”, pues, acusa, ya hay un claro rompimiento entre el Gobierno Federal que representa y diversos gobernadores del país.
“El secretario está polarizando el país y aprovecha para sacar ventaja de los medios a su alcance por el tema de la militarización”, destacó, aunque aclaró que se le puede revertir el problema en los siguientes meses.
Por su parte, Francisco Jiménez, analista político de la UNAM, dijo que Adán Augusto es el “gran operador político del Presidente de México” y que, a pesar de que se debe comportar como un estadista, “no lo está realizando”.
Por ello, acusó, abre disputas con gobernadores “por su falta de pericia”.
“Confrontarse significa abrir fisuras innecesarias. No opera políticamente como un estadista, sino como un operador común, lo que provoca que se abran frentes con gobernadores de oposición por los intereses del Gobierno federal. No se dialoga y solo se ataca a la oposición”, comentó.
Alertó que hay un fuerte conflicto político que se aperturará aún más a medida que se acercan las elecciones estatales y federales, aparte de que se irá perdiendo credibilidad ante la clase política, como ocurrió con su antecesora Olga Sánchez Cordero, a quien “quitaron de su cargo por falta de pericia”.
Con información de La Razón
MSA
