Después de la elección presidencial, Olga Sánchez Cordero, quien en 2018 fue propuesta para la ocupar la Secretaría de Gobernación (Segob), habló en torno a las caravanas de migrantes que cruzaban México para dirigirse hacia los Estados Unidos.
En ese sentido, aseguró que ella trabajaría para crear una “política más humana, de empatía” para los centroamericanos
Durante una entrevista otorgada a Imagen Radio a principios de julio en 2018, la exministra de la Suprema Corte De Justicia de la Nación (SCJN), indicó que su política migratoria estaría enfocada en respetar los derechos humanos de los migrantes.
“¿Con qué calidad moral vamos a hacer reclamos a Estados Unidos de cómo tratan a los migrantes, si nosotros no los tratamos adecuadamente?”, afirmó Sánchez Cordero.
En ese sentido, refirió que se tenían que hacer cambios para que México contara con una política más humana con tal de que hubiera empatía con los centroamericanos.
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“Hay que cambiar esta política a una política más humana, más hacia el ser humano, hacia sus derechos; a una comprensión, a una empatía, sobre lo que representa ser un migrante, lo que pasa y los sacrificios; es muy duro lo que ellos están pasando. Así que tendremos una política más humanitaria”, expresó Sánchez Cordero.
Sin embargo, esas palabras de Cordero resultaron ser una mentira más de esta Cuarta Transformación, ya que el pasado fin de semana, miembros de la Guardia Nacional recibieron a los migrantes centroamericanos con gases lacrimógenos y actos violentos para ponerlos en orden, esto luego de que trataron de ingresar ilegalmente por el río Suchiate.
Pero ¿por qué Cordero no cumplió su palabra de crear una política “humanitaria”?
De acuerdo con una nota publicada por La Silla Rota se señala que las declaraciones de Sánchez Cordero de contar con una política favorable para los centroamericanos no cayó muy bien dentro del gabinete de la 4T.
Por ello, fue que el canciller Marcelo Ebrard tomó a cargo el tema migratorio y creó medidas de seguridad para que los migrantes no tuvieran un acceso fácil a México; esto con la intención de “no hacer enojar al Tío Sam”.
Con información de Excélsior y La Silla Rota
