Eliminar el outsourcing en México atentaría contra el empleo y la estabilidad económica de más de 4.5 millones de trabajadores, que hoy laboran a través de dicho esquema, alertó el Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF).
Ante las declaraciones del mandatario Andrés Manuel López Obrador, de presentar una iniciativa para eliminar la figura de la subcontratación, coinciden los expertos consultados, podría ocasionar despidos masivos en un momento en el que las empresas tienen problemas de flujo de caja por la pandemia. También provocaría déficit de capital humano.
“El outsourcing legal permite un ahorro para las empresas y una flexibilización en las relaciones laborales. En esta época, si se corta este esquema por completo, muchas empresas morirían“, dice Luis Ignacio López Rodríguez, abogado laboral.
“Hay muchas empresas que son pequeñas, que no podrían absorber la carga de sus trabajadores (…) si de la noche a la mañana desapareciera el outsourcing, a lo mejor esas personas se quedarían sin ese contrato“, señaló Fernanda Menéndez Álvarez, también abogada laboral.
Luisa María Alcalde Luján, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) durante una conferencia de prensa el pasado 27 de octubre, mencionó que existen cerca de 4.5 millones de personas que están trabajando bajo dicho esquema y alrededor de 3 millones de personas son subcontratadas de manera ilegal.
Sin embargo, los especialistas opinan que por ahora las empresas no cuentan con la capacidad administrativa ni financiera para incorporarlas a la nómina, debido a que muchas de ellas aún lidian con los estragos de la pandemia de coronavirus.
Además, las empresas también tendrían problemas para contar con colaboradores con la flexibilidad necesaria para responder a trabajos especializados conforme lo demanda el mercado.
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Por su parte, el presidente del CEEF, Armando Leñero, en entrevista con Publimetro, explicó que, si los diputados federales y senadores concretan dicho anuncio del gobierno, 80% de los trabadores implicados –3.6 millones- pasarían directamente a la informalidad; lo cual implicaría una reducción de 10% a 15% del salario actual y pagos “por fuera” que se prestarían a mayores abusos.
Además, apuntó, de la pérdida de prestaciones laborales como IMSS, Infonavit, aguinaldo y pensiones; cuyo impacto sería más severo en los adultos mayores, ocupados en servicios de limpieza, y para los jóvenes, que encuentran su primer empleo a través del outsourcing.
¿Con todo esto que implica la desaparición de una “fuente de trabajo” sigue siendo aplaudido? El gobierno prometió crear trabajos no desaparecerlos, ¿cuál es la lógica y el logro en esto?
Con información de Infobae, Expansión y Publimetro
AIS