En medio de la crisis económica y sanitaria que ha traído la pandemia de coronavirus el Índice Nacional de Precios al Consumidor logró una reducción del 0.72%, el porcentaje más alto en la historia.
Gracias a ello, a la modificación en las tarifas eléctricas por la temporada de primavera-verano y a la dramática caída del precio de la gasolina, la inflación logró posicionarse en 2.08 por ciento, la cantidad más baja desde diciembre de 2015, detalló el presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Julio Santaella.
No obstante, y aunque muchos pensarían que esto traería un descenso general en los precios, productos de la canasta básica aumentaron su costo más del 40 por ciento. Tal es el caso del huevo el cual incrementó 43.45%, naranja 42.65%, chile serrano 31.62%, plátanos 28.12%, calabaza 27.76%, papaya, 24.89%, frijol 22.45%, chile poblano 22.11%, aguacate 21.52% y el jitomate 19.62%.
Ni siquiera con la reducción del precio de la gasolina ha sido posible bajar los precios de alimentos básicos para las familias mexicanas.