Este miércoles, se dio a conocer que el gobierno federal adquirió, por adjudicación directa, anestésicos y anticoagulantes para la atención de pacientes con Covid-19 durante dos meses, con un costo de tres mil millones de pesos, y que benefició a dos empresas lituanas, una mexicana y una española.
De acuerdo con Reforma, las autoridades argumentaron que hicieron la compra de urgencia por los retrasos en la licitación consolidada de medicamentos de la administración federal.
Además, registros en Compranet mostraron seis contratos por 116.7 millones de euros (dos mil 945 millones de pesos) que se adjudicaron a las empresas UAB Jorinis y Entafarma UAB, con sede en Lituania; a la española OMFE, y a Klasnic, que fue la compañía mexicana.
La información también reveló que la mayor ganadora fue UAB Joronis, con 75.9 millones de euros y después aparece Klasnic, con 32.2 millones de euros.
Sin embargo, los registros que publicó Laboratorios de Biologicos y Reactivos de México (Birmex), el pasado 7 de febrero, en Compranet no ofrecen mayores detalles, pues nunca aclaran qué empresas vendió ciertos medicamentos, ni qué cantidades y mucho menos cuáles son los laboratorios de origen.
Dicha compra también ha sido criticada por el personal de salud, ya que los etiquetados no están traducidos en español y en algunos casos están en ruso, situación que dificulta la aplicación de muestras y dosis correctas; sin dejar de mencionar que viola la Norma Oficial Mexicana 072-SSA1-2012 sobre etiquetado de medicamentos.
Otro punto a destacar es que la mayoría de medicamentos no tenían registro sanitario en México por ser importados, aunque esto se debe a un acuerdo de enero de 2020 de la Secretaría de Salud, que permite a las autoridades internar fármacos en casos urgentes y dar paso, cinco días después, al trámite de registro ante la Cofepris.
Una vez más las licitaciones directas se hacen presente en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, situación que muchas veces deriva en casos de corrupción.
Con información de Reforma
JZ
