2024, EL AÑO DE LA DEMOCRACIA

VIZARRETEA-CONSTELACION-POLITICA

En perspectiva, 2024, será un año para observar la continuidad o ruptura de la democracia en México, considerando los actores y factores que incidan en el proceso electoral, así como la manera en que las estructuras institucionales, sociales y políticas, logren los resultados esperados.

El dado-dándose de la coyuntura mexicana parte del balance estratégico de 2023, que considera un año raquítico para el desarrollo y seguridad de la nación, en donde se coloca a la sociedad en estado de indefensión ante el desempleo y la inflación, la inseguridad, la caída del sistema de salud y falta de medicamentos, un mal índice educativo, mayor migración y disminuida falta de cohesión social, el impacto del huracán Otis y sus secuelas, así como el incremento de masacres, homicidios dolosos, feminicidios y el inicio de un proceso electoral que tiende a ser violento.

2023 quedó marcado por un sin fin de masacres en las que destacan, las muertes de los policías de Coyuca de Benítez, el enfrentamiento en Texcaltitlán, entre productores agrícolas extorsionados por la delincuencia y el atentado contra los jóvenes, que estaban disfrutando de una posada privada en Salvatierra. Así como los trágicos eventos de Heliodoro Castillo y Petatlán, en Guerrero; el tema de los inmigrantes y los diversos ataques cuasi narcoterroristas en nuestro territorio.

SOBRE LAS MASACRES

Los secuestros, desapariciones y muertes de jóvenes, en varias partes del territorio nacional y en particular en Lagos de Moreno, llevadas a cabo por la delincuencia para usarlos de carne de cañón en sus fechorías o por simple diversión, han roto el esquema de convivencia social.

Los feminicidios, no resueltos, de los que destacan los ocurridos en Nuevo León, Veracruz y la Ciudad de México; se suman a las extorsiones, fraudes y derecho de piso, del que ha sido lamentable el caso de una pozolería, en Acapulco y de los transportistas y vendedores de productos básicos en todo Guerrero y el Estado de México.

El crecimiento notable de la deuda pública, la caída del PIB, el desempleo y las diferencias del desarrollo regional, han afectado la igualdad social, a la que se suman las carencias de servicios de salud y de medicamentos, el incremento de personas en pobreza extrema y la pérdida de un sistema de salud, por políticas públicas caprichosas, sin planeación alguna.

Las fuerzas del orden han sido objeto de emboscadas, han estado sujetas a los intereses de grupos delincuenciales, que atentan contra la estabilidad social y la gobernabilidad institucional, alterando la sana convivencia; la inseguridad y la impunidad andan en la pradera, el gobernado y el gobernante han entrado en disputas por políticas públicas adversas a la sociedad y por intereses propios del proceso electoral, que tiende a menoscabar la confianza necesaria para mantener cierta vida social y política.

TODO ESTÁ BIEN

Los tiempos políticos son inciertos, los mayores temores radican en la injerencia de la delincuencia organizada, que manipule, controle y atemorice a la sociedad, a los grupos organizados y a los gobiernos locales.

La indiferencia gubernamental para atender las necesidades de la sociedad, se ha visto marcada por la forma tardía y desordenada en que se han llevado algunas acciones, en Acapulco y Coyuca de Benítez, desde lo irregular y limitado que han sido la entrega de despensas y enseres domésticos, considerando que hubo un millón de damnificados y más de 260 mil viviendas, afectados por el huracán Otis, ya sabremos de los reportes que darán a conocer, esperemos mensualmente, las autoridades responsables.

Desde luego que para los costeños y otros lugares violentos de México, ni la navidad ni el año nuevo, fueron tan festivos y los recursos escasearán ante el desempleo galopante.

Ya habrá tiempos mejores.

2024, tiene más incertidumbre que esperanzas, en este año, sobrevivir es fundamental y que mantengan su credencial de elector, para ejercer su voto.

Les deseo lo mejor para tod@s ustedes, un abrazo fuerte.