Tlaxcala, en la pepena desesperada de aliados

A poco menos de un mes de que se lleven a cabo los comicios electorales, en Tlaxcala todavía no es posible saber quién será el próximo gobernador del estado.

Los abanderados del PRI, Marco Mena; del PAN, Adriana Dávila; y del PRD, Lorena Cuéllar, siguen empatados en las encuestas. Al mismo, en los tres partidos sigue la desbandada de militantes.

La más reciente ocurrió ayer, cuando la la ex consejera política estatal del PRD, Anabelle Gutiérrez Sánchez se adhirió al proyecto de Marco Mena y con ella cerca de cinco mil mujeres tlaxcaltecas de izquierda.

Sin embargo, no es el único caso. Apenas ayer se hizo público que el candidato del Partido Encuentro Social (PES), Federico Barbosa, había declinado a favor de la perredista Lorena Cuéllar.

Según dijeron, los dirigentes del PES lamentaron la decisión del candidato y agregaron que la suma era personal y no estructural.

Por otro lado, el 27 de abril los miembros de la Central Campesina Cardenista también se adhirieron a la campaña de la perredista.

Es decir, que en Tlaxcala, la rapiña de aliados está a todo lo que da.

Queda poco menos de un mes de campañas, tiempo en el que seguramente las adhesiones y desbandas seguirán ocurriendo en la entidad. Y es que todos los grupos de poder se acomodan en donde creen que hay más posibilidades de triunfo.

Después de todo, el único objetivo de este estira y afloja es asegurar un hueso en el próximo gobierno y no quedarse con las manos vacías al término de las campañas.