Para muchos es común ver y escuchar que hubo tiroteos en Estados Unidos, ya sea por crímenes de odio, por homofobia, por racismo, por xenofobia o por otras expresiones. También se ha hecho común enterarnos que policías estadounidenses matan a ciudadanos americanos solo por su apariencia; específicamente por ser de “raza negra”.
En este contexto, la noche del jueves, presuntos francotiradores mataron a cinco policías en Dallas, Texas. Los agentes resguardaban una protesta en contra de los abusos de los agentes, luego que dos hombres de raza negra murieron abatidos por las autoridades en tan solo 48 horas.
Aunque la manifestación en Dallas era pacífica, un francotirador “negro”, identificado como Micah X. Johnson –de 25 años de edad–, comenzó un tiroteo en contra de los policías porque “estaba enojado con los blancos” y quería “liquidar a los policías blancos”.
Si bien la ira de Micah Johnson y de la “rebelión negra” en contra de “los blancos” estaría atrás del ataque, lo cierto es que no quedan claros cuáles fueron sus motivos.
Amenazado por el terrorismo y marcado por organizaciones como el Ku Klux Klan, Estados Unidos se enfrenta también a las declaraciones del precandidato republicano a la presidencia, Donald Trump, quien ha reavivado el odio en contra de grupos, como los hispanos. La pregunta es, ¿ya se dieron cuenta?
