¿Qué nos queda de la elección extraordinaria de Colima?

La elección de ayer en Colima, como todo proceso electoral, manda una gran cantidad de mensajes para un amplio espectro de remitentes.

En La Otra Opinión le decimos cuáles son algunos de éstos:

Para el priismo, el mensaje es un arranque positivo en pleno año electoral.

Para el líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, es la ratificación de que los triunfos electorales serán la divisa con que crecerá y consolidará su capital político rumbo a 2018.

Para el panismo el mensaje es confuso. Si bien se trata de una derrota para su partido, lo cierto es que poco prestaron atención al proceso y la mayoría dejó morir solo al candidato colimense.

Para el presidente del PAN, Ricardo Anaya, la elección significa que los pactos y acuerdos entre los dirigentes de la clase política siguen vigentes.

Para el perredismo las señales son de alerta, pues su candidato en Colima quedó en cuarto lugar y fue superado por el caballo negro, Leoncio Morán de Movimiento Ciudadano.

Para el Instituto Nacional Electoral es cautela debido a que el ejercicio logístico fue bueno, no obstante el proceso está lejos de cumplir con los básicos de la democracia.

Para los colimenses el mensaje es que nada importó la reposición del proceso, ya que en los hechos, las acciones y los resultados fueron los mismos.

Por último, para el público general el mensaje es claro: la guerra sucia, la trapa y los malos manejos fueron la regla… Y quedaron impunes.

Ahora sólo nos queda preguntarnos, ¿cuál será el efecto de la elección en el resto de los procesos electorales de este año? ¿Acaso asistimos a un adelanto de lo que ocurrirá en el país el próximo 5 de junio? ¿O es un evento aislado?

A nosotros sólo nos queda una certeza: el PRI no escatimará esfuerzos en su intento por ganar los comicios y al parecer todavía el PAN y PRD están lejos de ser una oposición efectiva.