Este jueves, el presidente Enrique Peña anunció una reforma a la Ley General de Salud y otra al Código Penal Federal, que pretenden abrir camino al uso medicinal de la marihuana y a la despenalización del consumo de cannabis.
Para el perredista Fernando Belaunzarán –uno de los principales defensores de la legalización de la marihuana–, la propuesta del presidente es un primer paso que, aunque insuficiente, es importante pues es el más difícil de dar.
Belaunzarán advirtió que no es el final del camino pero celebró que se avale la producción nacional –pues eso evitará que los medicamentos hechos a base de cannabis sean sólo para una élite–, y que se apueste por la excarcelación de quienes están presos por posesión de hierba.
Por el otro lado, Belaunzarán señaló que el proyecto se quedó corto al no plantear –como ya hizo la Suprema Corte– que el consumo personal de marihuana es un derecho de los adultos.
A su vez, tampoco se combatió el mercado negro ni se estableció una forma legítima de adquirir la droga.
Es así que, en palabras de Fernando Belaunzarán, queda un largo camino por recorrer. Aun así, el perredista adelantó que antes que termine la década, en México se habrá legalizado el consumo lúdico de cannabis. Después de todo, el contexto internacional ya hace impostergable la transformación de la política antidrogas.
