Mancera, ¿por frenar embarazo juvenil con elevar edad matrimonial?

Los que no tengan los 18 años cumplidos en la Ciudad de México no podrán casarse. Así lo propuso Miguel Ángel Mancera —jefe de Gobierno de la Ciudad de México— quien envió a la Asamblea Legislativa una iniciativa que prohíba el matrimonio a menores de edad. Y es que —según Mancera–, con esta medida se pretende contrarrestar la violencia en contra de la mujer.

Para el jefe de Gobierno capitalino, el matrimonio antes de los 18 años genera violencia. Recordemos que actualmente el Registro Civil de la Ciudad de México permite el matrimonio civil a menores de edad—siempre y cuando hayan cumplido 16 años y con el consentimiento del padre o tutor–.

¿Pero en realidad con esta iniciativa bajará la violencia contra la mujer?

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, la Ciudad de México ocupa el cuarto lugar a nivel nacional—con 52.3 por ciento—de mayor prevalencia de violencia de pareja.   

Según la Secretaría de Desarrollo Social de la Ciudad de México, 5 de cada 10 mujeres, que han tenido al menos una relación de pareja han sufrido algún tipo de agresión y de éstas, únicamente una de cada 10 acude ante la autoridad.

Cabe mencionar que esta iniciativa de Mancera es en cumplimiento a una recomendación hecha por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para contrarrestar la violencia femenina—ya sea emocional, económica, física o sexual–.

El asunto no es menor. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) cada año se casan en México más de 113 mil niñas entre los 15 y 18 años.  Y además—según la Red por los Derechos de la Infancia en México—aumentó a seis por ciento la cifra de embarazos entre adolescentes.

¿Por qué mejor no aplicar políticas públicas? ¿No se brinda la educación sexual necesaria porque sigue siendo un tabú en esta Ciudad de Libertades?

En la Ciudad de México la cosa es grave. En el último informe de la Secretaría de Salud capitalina—en 2013—17 mil mujeres embarazadas  fueron atendidas y de las cuales tres mil eran menores de 15 años. Iztapalapa y Gustavo A. Madero fueron las delegaciones con más casos registrados.   

¿En serio con prohibir el matrimonio a menores de edad bajará el alarmante número madres de adolescentes?

Debido a la falta de oportunidades, cultura, educación y otros factores, la reproducción sexual se da a temprana edad sin que los adolescentes tengan conocimiento del tema ya que –de acuerdo con especialistas– no se habla lo suficiente de reproducción, ni en la escuela, ni en la familia.

Más allá de lo dicho por Mancera, el consejero jurídico—Manuel Granados—añadió que esa ley tiene el propósito de que prevalezca el interés superior de la niñez y que se garanticen los derechos humanos.

Pero no es la primera vez que los políticos voltean a ver la edad matrimonial. En su momento la exdiputada federal por Nueva Alianza—Lucila Garfias—impulsó una iniciativa  erradicar el matrimonio infantil en México.

Pero a diferencia de la iniciativa de Mancera—cuyo principal propósito es contrarrestar la violencia hacia la mujer—la iniciativa de Garfias estaba enfocada a que niñas, niños y adolescentes no abandonaran la escuela a causa del matrimonio o embarazo, además de alcanzar un proyecto de vida y la postergación de la unión conyugal para la mayoría de edad.

El INEGI dio a conocer además que la violencia de pareja está más extendida  entre las mujeres que se casaron o se unieron antes de los 18 años (52.9 por ciento) que entre quienes lo hicieron a los 25 años o más (43.4 por ciento).

Mientras en la Ciudad de las Libertades se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, en la misma Ciudad de México se quiere prohibir la unión de dos personas menores que desean contraer matrimonio civil.

Incluso podría decirse que el Programa de Planificación Familiar y Anticoncepción es fallido y que el uso de los recursos destinados a este propósito están desperdiciados. También podríamos apuntar que las alarmantes cifras son resultado de que los anteriores gobiernos dejaron de aplicar la política de planificación familiar.