Con el 80 por ciento de los votos computados, son más los bolivianos que se oponen a una cuarta reelección de su presidente, Evo Morales.
Este domingo, el gobierno de Bolivia convocó a un referendo constitucional para que los ciudadanos decidan si se aprueba –o no–, una reforma electoral que permita a su gobernante, Evo Morales, participar en la elección del 2019. Es decir, postularse a la presidencia por cuarta ocasión.
Sin embargo, con cuatro de cada cinco votos registrados, la mayoría parece estar con el no.
Luego de 10 años de que Evo Morales llegó al poder, son más los que buscan alternativas y quieren que otros políticos aparezcan en la boleta electoral.
O si lo prefiere, que este referendo podría convertirse en el punto final de otra de las dictaduras democráticas que abundan en América Latina.
Pero, ¿qué relevancia tiene la victoria del no?
En entrevista para La Otra Opinión, el Doctor Mario Torrico –investigador de FLACSO–, explicó que en Bolivia –a diferencia de Venezuela–, no existe un bloque de oposición y tampoco líderes visibles que exijan se ponga fin al gobierno de Morales. En realidad, continuó el experto, en Bolivia sólo existe un partido político –el oficial–, el resto de las agrupaciones surgen y desaparecen con cada proceso electoral y el rechazo a Evo no viene de un sector sino de varios.
Según Torrico, el porrazo al gobierno de Morales pudo llegar de frentes tan diversos como grupos indigenistas –que se sentirían traicionados por el presidente cocalero–, sectores trostkistas y también grupos empresariales vinculados con la derecha urbana.
Es así que en un contexto político inestable, con fuerzas y grupos que cambian en cada proceso electoral, y en donde la oposición no se ha estructurado en bloques sólidos, no se sabe –con certeza–, cuáles serían las repercusiones de esta derrota para Evo.
No obstante, el Doctor Torrico concluyó diciendo que independientemente del resultado electoral, este referendo servirá de parteaguas para la forma de gobernar Bolivia.
Así gane el sí o triunfe el no, en los hechos la mitad del país está en contra de su presidente. En consecuencia, si Evo Morales quiere evitarse problemas mayores, lo mejor será que atienda al mensaje que le enviaron sus gobernados y actúe en consecuencia.
