El lavado de dinero en México, ¿cómo estamos?

De acuerdo con un estudio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), en 2009, en el mundo se lavaron cerca de 1.6 billones de dólares. Es decir, el equivalente al 2.7 y el 3.6 por ciento del PIB mundial.

La información –de hace seis años– contrasta con cifras más recientes. El mismo organismo publicó que en 2015, en las 20 economías más grandes se lavaron cerca de 20 trillones de dólares.

En esta lógica, según el Departamento de Estado de Estados Unidos, en México cada año se lavan aproximadamente 25 mil millones de dólares. Cabe señalar que en 2008, nuestro país se encontraba en el lugar número nueve –con la misma cantidad de dinero lavado–-, en un ranking de 12 países. El sitio número uno lo ocupaba Suiza, con 500 mil millones de dólares.

Además, en 2009, el INEGI dejó ver que en México, el valor promedio del lavado o blanqueado de dinero fue de 1.688 por ciento del PIB de aquel año.

Mientras que el Instituto Belisario Domínguez asegura que en México, al año, se lavan diez mil millones de dólares.

Por su parte, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) reportó que entre 2004 y 2009 recibió más de 28.5 millones denuncias de operaciones sospechosas, posiblemente vinculadas con dicha acción. La misma dependencia señaló que en 2014 se detectaron 114 mil operaciones inusuales.

Cabe señalar que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) es la institución encargada de implementar y seguir los mecanismos de prevención y detección de actos, omisiones y operaciones.

A su vez, la PGR dio a conocer que de 2006 a 2014 se tuvieron dos mil 224 presuntos implicados en el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Junto con México, otros países considerados como paraísos fiscales –por el bajo riesgo en la detección del delito– son: Alemania, Belice, Bolivia, Chile, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, España, Gibraltar, Holanda, Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas, Perú, Seychelles y el Vaticano.

Una de las principales medidas de México para la prevención de este delito consiste en limitar el uso de efectivo para la compra de inmuebles, automóviles, tarjetas prepagadas, apuestas, sorteos, concursos, alhajas, relojes, metales preciosos, obras de arte y donativos.