CNTE, otra vez oídos sordos y cerrazón

Tras reclamar la “cerrazón” del Gobierno y denunciar que las autoridades han hecho “oídos sordos” a sus peticiones, esta semana la CNTE anunció que entrará en una “nueva modalidad de lucha”, e intensificará sus esfuerzos para abolir la Reforma Educativa.

¿Acaso no se mordieron la lengua los líderes de la Coordinadora? ¿No se han visto en el espejo? ¿No han hecho oídos sordos al llamado de las autoridades? ¿No han sido ellos quienes han mostrado cerrazón al querer negociar lo innegociable?

Y es que la “nueva modalidad” de lucha del magisterio disidente consiste en más de lo mismo: secuestro de espacios y eventos públicos, vandalismo, extorsión y una total falta de respeto por la ley.

En Chiapas, integrantes de la CNTE reforzaron el plantón que mantienen en Tuxtla Gutiérrez desde el pasado 15 de mayo. En previsión de un posible desalojo por parte de las autoridades para la celebración de las fiestas patrias, colocaron llantas, piedras, palos, patrullas y hasta vallas que fueron robadas a la policía durante enfrentamientos; además de camiones de empresas refresqueras para impedir el paso de los uniformados.

Con estas medidas, la sección 7 de la CNTE busca impedir la celebración del Grito de Independencia y el desfile militar en Chiapas, secuestrando una celebración popular.

También en Chiapas, maestros tomaron edificios de Gobierno y casetas —donde cobraron 50 pesos a los automovilistas para permitirles pasar—, mientras que en Guerrero, integrantes de la  Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) tomaron el ayuntamiento de Acapulco.

Por su parte, en Oaxaca la sección 22 de la CNTE anunció que no seguirá el calendario oficial del ciclo escolar de la SEP. En su lugar, el magisterio disidente quiere imponer su propio modelo educativo y calendario escolar, con sólo 196 días de clases —cuatro menos que el de la SEP—. Además de que no repondrán los días perdidos por el paro de labores; también los maestros de la Coordinadora quieren celebrar feriados de “activismo sindical” —en los que conmemorarán fechas en que sostuvieron enfrentamientos con la policía—.

Entonces, ¿No hace la CNTE oídos sordos al incumplir la ley? Si las autoridades educativas han invitado al magisterio a participar en el diseño del modelo educativo, ¿No es cerrazón el querer imponer un modelo propio cuando no se tienen facultades legales para ello? La toma de edificios de gobierno, el cobro en casetas y el secuestro de espacios y eventos públicos, ¿No son actos vandálicos?

Si la CNTE afirma que en esta nueva etapa de lucha dará “salida política” al conflicto ¿creerán sus líderes que el vandalismo y la ilegalidad son acciones políticas?