La respuesta del gobernador de Zacatecas, David Monreal Ávila, ante la siembra de diez cadáveres frente al Palacio de Gobierno, representa la claudicación de quien está obligado a enfrentar los problemas y a brindar seguridad a la población.
La delincuencia organizada le fue a dejar al gobernador diez cuerpos en sus narices y lo que el mandatario hace es pedirle a la población que se encomienden a Dios.
¿Y entonces los ciudadanos para qué quieren gobernantes si lo que van a hacer ante cualquier contingencia es rezar y encomendarnos a Dios?
Como parte de su mensaje ante ese acto desafiante y provocador de la delincuencia organizada, Monreal dijo que la violencia que azota al estado que gobierna “es parte de la herencia maldita” que le dejaron gobiernos anteriores.
En parte tiene razón, pues recibió un estado sumido en la violencia y apenas está por cumplir cuatro meses en el cargo. Pero aún en ese supuesto, mal hace Monreal en echarle la culpa al pasado y en apelar a la intervención divina en lugar de asumir la responsabilidad que tiene de enfrentar los problemas.
El pasado 6 de junio, los habitantes de Zacatecas votaron mayoritariamente por un cambio, ante el pésimo gobierno del priista Alejandro Tello Cristerna, pero ese viraje deseado no se ve.
En los cerca de cuatro meses que han transcurrido de la administración de David Monreal, cerca de 60 personas han aparecido colgadas de puentes en distintos puntos de la entidad.
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Los homicidios dolosos tienen una incidencia de seis al día en promedio y en al menos diez municipios del estado no hay policía porque quienes ejercían esta función renunciaron ante las amenazas del crimen organizado.
La delincuencia organizada se dio el lujo de colgar ocho cadáveres en el municipio de Fresnillo exactamente el mismo día en que el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó el estado para supuestamente reforzar las tareas de seguridad.
Como una medida desesperada, el presidente López Obrador decidió que un militar, el general Adolfo Marín Marín, asumiera la Secretaría de Seguridad Pública de Zacatecas, en lugar del civil Arturo López Bazán que había nombrado Monreal.
Pero ese nombramiento, realizado hace aproximadamente dos meses, no fue la solución. El acto de dejar diez cuerpos frente al Palacio de Gobierno, el centro del poder político del estado, confirma quién manda aún en Zacatecas.
OFF THE RECORD
BALANDRONADA EN LA OPOSICIÓN
Los coordinadores del PAN y del PRD en la Cámara de Diputados, Jorge Romero y Luis Ángel Espinosa Cházaro, respectivamente, habían amagado con promover un extrañamiento o incluso la destitución del presidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez Luna.
Pero en la reunión de la Junta de Coordinación Política de ayer, ambos enmudecieron.
Conclusión: todo fue una balandronada.
¿Esa la oposición que necesitamos?
**TRENECITO EN CAMPECHE
Para aprovechar la vigencia que aún tiene su “decretazo”, ahora López Obrador pretende construir un tren similar al Maya pero que solo circulará por Campeche.
El proyecto, que está encaminado a favorecer a constructores amigos, cuenta ya con los permisos de todo tipo, merced al famoso “decretazo”.
Correo: [email protected]
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