¿Ya no quieren a los Fujimori en Perú?

Los resultados más recientes de la segunda vuelta electoral en Perú dejan ver que José Pablo Kuczynski se convertiría en el próximo presidente de aquel país. Es decir, que dejaría atrás a Keiko Fujimori, hija del exdictador Alberto Fujimori.

En una segunda vuelta muy cerrada, el candidato de “Peruanos por El Kambio” –Kuczynski– mantiene el 50.12 por ciento de los votos; mientras que el 49.88 por ciento son para la candidata de “Fuerza Popular”. La diferencia entre ambos es de 41 mil 656 votos.

Según los especialistas de aquel país, la única forma en de que Fujimori llegue a la presidencia de Perú es el fraude electoral.

A pesar de que Keiko Fujimori carga con la sombra de su padre, lo cierto es que al menos la mitad de los peruanos le otorgó un voto de confianza. O si lo prefiere, casi la mitad del Perú quiere que ella sea su presidenta.

Sin embargo, hay quienes no olvidan la dinastía familiar y acusan a Keiko de formarse políticamente durante los peores años del gobierno de su padre. Es decir, que de resultar electa, Fujimori sería otra dosis de lo vivido durante la presidencia de su padre, el “Chino” Fujimori.  

No sobra recordar que Alberto Fujimori se encuentra preso por apropiación indebida de fondos, por pago de sobornos, por corrupción, violación a los derechos humanos y otras operaciones ilegales.   

Lo llamativo, sin embargo, es que a Fujimori no sólo la persigue la sombra de su padre; entre los personajes de su campaña, se encuentran algunos acusados del lavado de activos, narcotráfico y espionaje.    

¿Con esas credenciales es como Keiko Fujimori pretende limpiar la imagen de su padre?