Por su magnitud, sus motivaciones y los efectos que produce entre la población, la violencia en Jalisco se observa, más que como un conflicto armado, como una situación de guerra.
El director del Departamento de Sociología de la Universidad de Guadalajara, Jorge Ramírez, declaró a El Universal, que en el estado operan grupos terroristas armados, y además se dan prácticas de asesinato en masa y exterminio.
“Los datos y evidencias sobre homicidios dolosos, masacres, desaparición de personas y fosas clandestinas, métodos brutales de asesinato y destrucción de cuerpos, así como desplazamiento de pobladores que viene registrando Jalisco y algunos estados circunvecinos, configuran un solo patrón de violencia masiva que ha llegado a niveles de destrucción insospechados”, subrayó.
La información recabada por el comité en distintas bases de datos, indica que en 2020, año marcado por la pandemia, en Jalisco se cometieron 43 masacres, se localizaron 499 fosas clandestinas, desaparecieron mil 568 personas y se cometieron mil 754 homicidios dolosos.
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De acuerdo al académico, la violencia es generada por organizaciones criminales como el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que cuentan con ejércitos privados de un número indeterminado de combatientes, muchas veces reclutados por la fuerza.
“Poseen cuantiosos recursos financieros, control total o parcial de cuerpos policiacos municipales, inciden en la opinión pública con el asesinato o amenaza a periodistas y medios.
“Están diversificando su actividad criminal más allá del tráfico de drogas y están enfrascados en una guerra contra otras organizaciones delictivas”, expresó.
Con información de El Universal
AIS
