Se acabó la paciencia, y ante la falta de estímulos fiscales, apoyos financieros y programas de rescate por parte de los gobiernos federal y estatales, restauranteros de la CDMX y el Estado de México comenzaron a reabrir sus establecimientos este lunes 11 de enero, bajo el lema de protesta #AbrimosOMorimos.
Sin embargo, bajo amenaza de posibles sanciones por parte del Gobierno de la capital a aquellos que incumplan las indicaciones sanitarias, los restauranteros y empleados de este sector se dieron cita en el Centro de la CDMX para el llamado cacerolazo y han declarado que están dispuestos a convertirse en ambulantes, porque afirman que a los comerciantes informales sí se les permite trabajar.
“No nos pueden seguir castigando, estamos considerando ser ambulantes, para garantizar nuestros ingresos, pero también confiamos en que las autoridades llegaran a un acuerdo para no estar así”, dijo Mireya durante el cacerolazo.
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De igual forma, con el cacerolazo, empleados piden a las autoridades permitir abrir sus puertas con un aforo de 30 por ciento, esto con el fin de dar un respiro a los gastos y pérdidas económicas que conlleva dar servicio para llevar.
A través de una carta dirigida a la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum; y al gobernador del Edomex, Alfredo del Mazo, más de 500 restauranteros solicitaron ser considerados actividades esenciales para poder abrir sus negocios.
“Éste es un llamado de auxilio: nos están extinguiendo ¡Ya no podemos más!, ¡No condenemos a los trabajadores de los restaurantes al desempleo, ni a miles de negocios a la quiebra!”, reclaman a gritos.
#Video | Restauranteros hacen sonar sus cacerolas para exigir al gobierno les permita reanudar sus actividades y sobrevivir a la pandemia. #yn https://t.co/AlQIwjhDxE pic.twitter.com/9WVhZZHA8S
— La Silla Rota (@lasillarota) January 11, 2021
AIS