París, la capital francesa, fue escenario de enfrentamientos este sábado, protagonizados por un grupo de manifestantes conocidos como “chalecos amarillos” contra policías. Este grupo se concentró para protestar contra el aumento del combustible, decretados por el presidente Emmanuel Macron.
Alrededor de 106 mil personas se manifestaron en todo Francia, 8 mil de ellas en París, de acuerdo con el ministerio del Interior francés. El sábado pasado, 17 de noviembre, habían sido 282 mil en todo el país.
Los enfrentamientos violentos entre la policía y los manifestantes continúan en la capital francesa. Los manifestantes quemaron automóviles y varios objetos de lámina, lanzaron piedras y otros proyectiles a la policía, que respondió con disparos de gases lacrimógenos y ráfagas de cañones de agua.
El ministro de Interior informó que los disturbios han provocado la detención de 130 personas, más de 30 heridos, entre ellos cinco pertenecientes a las fuerzas de seguridad.
La avenida de los Campos de Elíseos fue el escenario principal de las protestas.
Ante ello, el ministro del Interior francés, Christophe Castaner, ha acusado a la extrema de derecha y a su líder, Marine Le Pen, de haber propiciado actos de violencia y enfrentamientos contra la policía en París, Francia. Le Pen, a través de un mensaje de twitter, llamó a concentrarse en la céntrica avenida parisina pese a que estaba prohibido por el alto Ejecutivo; “Los sediciosos han respondido al llamado de Marine Le Pen”, declaró el ministro. Le Pen negó que haya provocado los disturbios.
A partir del 1 de enero del próximo año, el precio de la gasolina en Francia subirá 2,9 céntimos, y el diésel 6,5 céntimos el litro.
