UNA AL DÍA ES PORQUERÍA. LA DISFUNCION SEXUAL

Dra. María Elena

Se dice de manera coloquial en relación a la frecuencia con la que se experimenta una
relación sexual que: una al día es porquería, una a la semana es cosa sana, una al mes como el marqués, una al año como ermitaño.

La gran pregunta es: ¿Cuál sería la frecuencia considerada como “normal” en las relaciones
sexuales? La respuesta es simple aunque no sencilla; lo normal lo determina la misma pareja partiendo de la frecuencia con que surja el deseo por el encuentro sexual.

Para algunas pareja puede ser satisfactorio tener encuentros sexuales todos los días, a otras sólo los fines de semana o cada quince días, e igualmente para otras pueden pasar un mes o dos meses sin que aparezca el apetito sexual.

Lo esperado sería que ambos integrantes de una pareja pudieran coincidir con el deseo del otro y que si en alguno surge la motivación por el encuentro sexual y en el otro no, este último tenga la disposición por satisfacer el deseo de su pareja.

Si el deseo sexual no surge o lo hace de manera esporádica se puede considerar como una
disfunción sexual.

Las disfunciones sexuales o psicosexuales, son alteraciones de alguna de las fases de la respuesta sexual, es decir; existen disfunciones del deseo, de la excitación y del orgasmo (De la Fuente, R 1997).

La persona puede experimentar ausencia o disminución del deseo por la relación sexual, o a pesar de tener el deseo no lograr la excitación necesaria para alcanzar la relación o incluso no lograr probar el clímax.

Las causas pueden ser biológicas, psicológicas o una combinación de ambas. Entre las biológicas se encuentran la ingesta de algún medicamento cuyos efectos secundarios sea la disminución del apetito sexual.

Otra de las causas biológicas de manera particular en las mujeres se relaciona con alteraciones en los niveles hormonales; la mujer puede llegar a sentir resequedad vaginal que provoca molestia y dificultad para la penetración, situación que contribuye a que el deseo sexual se encuentre disminuido o no exista.

Por otra parte, dentro de las causas psicológicas se ubican experiencias traumáticas derivadas de una violación o violencia por parte de la pareja en el momento del encuentro sexual.

Los aspectos que contribuyen a la presencia adecuada del deseo sexual están relacionados con que tanto el hombre como la mujer se sienta lo suficientemente atractivos —una auto-estima adecuada—-, experiencias previas satisfactorias, acceso a una pareja con la que se sienta bien, no sentir culpa por su deseo sexual, así como; juegos y practicas sexuales que resulten agradables para ambos miembros de la pareja.

Si el desaseo sexual se encuentra disminuían, o si la erección no se logra o cuesta trabajo y si la penetración es dolorosa, es momento de acudir por orientación y ayuda con los especialistas —médico y psicólogo—.

De esta manera la pareja podrá determinar cuantas a la semana

Por: Psic. Ma Elena Salazar P.