UN RESPONSABLE DEL “HALCONAZO”, EN LA “4-T”

Aquí quedó claro que en la marcha del Jueves de Corpus no había reclamos específicos qué hacer

Cualquiera abriría los ojos como platos si escuchara a alguien decir que Pablo Gómez, el líder histórico del 68, el eterno legislador de izquierda, el inquisidor de Morena en la Sección Instructora de la Cámara de Diputados, es uno de los responsables del ‘halconazo’, que ayer cumplió 50 años.

En un ensayo titulado ‘Ni Verdad ni Justicia’, y publicado en la revista Proceso de esta semana, la historiadora Ángeles Magdaleno ofrece detalles de lo que ocurrió el 10 de junio de 1971, cuando una manifestación estudiantil fue reprimida a golpes y a balazos por un grupo de choque y por la policía del entonces Distrito Federal.

Del texto de Magdaleno se desprende que Pablo Gómez y otros líderes del 68 tuvieron responsabilidad moral en los hechos que tuvieron lugar en el Casco de Santo Tomás y sus alrededores y que dejaron un saldo de 32 muertos y decenas de heridos.

A juzgar por lo expuesto en este ensayo, la marcha de estudiantes, en su mayoría del IPN, no tenía justificación, pues los reclamos que se harían al gobierno federal, encabezado por Luis Echeverría, ya habían sido atendidos.

Aún así, varios líderes del 68, algunos de los cuales habían regresado una semana antes de su exilio en Chile, y otros habían sido liberados de Lecumberri, operaron en las asambleas estudiantiles para que la marcha del 10 de junio se llevara a cabo. Convirtieron así a los estudiantes del Politécnico “en carne de cañón”, señala el texto.

Estos líderes se negaron a escuchar la recomendación que hacía el profesor Heberto Castillo, en el sentido de que la marcha no se realizara, pues las demandas de los estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que habían originado la protesta en la capital de la República, ya habían sido resueltas.

Los líderes del 68 insistieron en que la marcha se llevara a cabo. Joel Ortega Juárez,  al frente de la asamblea de la Escuela de Economía del IPN, señaló que la marcha “tenía como finalidad solucionar un problema político, o sea, tratar de continuar en una lucha contra el gobierno y en especial contra las estructuras del PRI, que son las que pretenden apoderarse del movimiento estudiantil para destrozarlo”.

Aquí quedó claro que en la marcha del Jueves de Corpus no había reclamos específicos qué hacer. Solo se trataba, como lo dijo Ortega, de establecer un posicionamiento político en contra del PRI-Gobierno. Los líderes del 68 “querían reconquistar las calles”.

Y aquí es en donde entra Pablo Gómez. De acuerdo con el ensayo referido, el ahora diputado federal de Morena, junto con Joel Ortega y otros líderes afines, acordaron no realizar más asambleas “para impedir que pudieran imponerse aquellos que no querían realizar la manifestación”.

La manifestación se realizó, pero ni Gómez ni Ortega ni ninguno de los líderes que la instigaron acudió. Solamente fueron los estudiantes de tropa, de nivel licenciatura, de las vocacionales, de preparatorias populares y hasta de algunas secundarias, los cuales fueron brutalmente reprimidos.

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La represión estuvo a cargo de ‘Los Halcones’, un grupo paramilitar, creado varios años antes y del cual formaban parte ex soldados, boxeadores, ex policías y vagos de la zona de La Merced.

Los ‘halcones’ fueron adiestrados en Japón en artes marciales, mientras que al financiamiento del grupo, narra Ángeles Magdaleno, “provino de la CNOP del PRI a través de Alfonso Martínez Domínguez, y del erario del DDF, usufructuado por el general Alfonso Corona del Rosal, que tenía una larga experiencia en la creación y operación de grupos policiacos”.

Quien esto escribe considera que el autor intelectual del ‘halconazo’ fue el presidente Luis Echeverría, a quien le encantaban las carambolas de tres bandas. Con esa matanza, el mandatario le cerró la puerta a un nuevo conflicto estudiantil, y se sacudió al regente, Alfonso Martínez Domínguez, a quien consideraba herencia de Díaz Ordaz.

Echeverría orquestó el halconazo, pero los líderes históricos del 68, entre ellos el distinguido legislador de la “4-T”, Pablo Gómez, le pusieron en bandeja de plata la materia prima, al empujar a los ilusos estudiantes del IPN a una manifestación que no tenía razón de ser.

OFF THE RECORD

**CLASES CON COVID

Apenas al tercer día del regreso a clases en la Ciudad de México, se registró el primer caso de Covid-19 en un estudiante de secundaria de la alcaldía Tláhuac.

Y además, hay dos casos sospechosos en la alcaldía Benito Juárez.

¿Seguirán pensando en el gobierno que fue buena idea regresas a las clases presenciales cuando ya solo falta un mes para que termine el ciclo escolar?

**LAS TRAMPAS DEL PVEM

El PVEM confirmó su vocación de tramposo, al contratar a 30 ‘influencers’ para que promovieran el voto a su favor durante la contienda del pasado domingo.

Con esa operación, partido e ‘influencers’ cometieron delitos electorales que pueden ameritar prisión.

Pero seguramente serán perdonados por la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales , encabezada por el fiscal carnal de AMLO, José Agustín Ortiz Pinchetti.

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