Trump prepara el terreno para acordar el TLCAN 2.0

Aunque no lo pareciera, Donald Trump está preparando el terreno para aprobar los acuerdos de la renegociación del TLCAN.

Y, sabe que, para hacerlo, va a tener que flexibilizar muchas de sus demandas iniciales.

Ayer trascendió que lo hará en su exigencia en materia de reglas de origen en el sector del automóvil. Y hay muchos temas en los cuales aún se está trabajando.

Sin embargo, todas las señales apuntan a que habrá acuerdos en lo básico.

Pero Trump no quiere que los electores le vayan a echar en cara que incumplió sus promesas de campaña, menos aún, en un año electoral como el que vive Estados Unidos. Así que está buscando cómo quedar bien ante su base antes de darle luz verde al Tratado, lo que en principio hará la próxima semana en la Cumbre de las Américas a celebrarse en Lima, Perú.

En ese contexto es que debe de interpretarse la firma del decreto para permitir que la Guardia Nacional auxilie en sus labores a la Patrulla Fronteriza.

Trump preparó el terreno para esta determinación desde hace varios días, cuando empezó a cuestionar la falta de proactividad de México para evitar el flujo de centroamericanos hacia Estados Unidos.

El presidente de Estados Unidos necesita una gran coartada frente a sus electores. Requiere evidencias de que está cumpliendo sus promesas sustantivas, pese a haber aceptado flexibilizar su posición en diferentes temas que se negocian en el marco del TLCAN.

Por esa razón el anuncio de ayer.

En México, en primera instancia, hubo una interpretación equívoca, al entender que se militarizaba la frontera. Casi nos imaginamos que toda la línea fronteriza estaría poblada de tanques, a la espera de disparar a quienes osaran cruzarla sin documentos.

La realidad es que la legislación norteamericana impide que las fuerzas armadas participen en tareas vinculadas al cumplimiento de la ley. Sólo pueden auxiliar a las policías en esa tarea. La Guardia Nacional apoyará esas funciones sin estar armados y sin realizar vigilancia migratoria, algo que, por cierto, ya hicieron durante las dos administraciones previas, tanto con Obama como con Bush.

Pero, para Trump, lo importante es la imagen que proyecte, como un político que cumple con sus promesas.

Con este esquema, cuando acepte EU la renegociación del TLCAN, se cubrirá de las críticas.

El “show de Trump” habrá de incluir las reacciones de México. Por razones obvias las autoridades mexicanas deberán cuestionar la decisión de trasladar a fuerzas de la Guardia Nacional a la frontera suroeste.

Pero, ni la decisión de Trump ni las reacciones mexicanas deberán estorbar a la parte sustantiva de la relación, que tiene que ver con el TLCAN.

Por esa razón es que la cotización del peso frente al dólar ayer no reaccionó a la decisión de Trump.

Ayer por la noche, la paridad de nuestra moneda se ubicaba en 18.10 pesos, el nivel más bajo en los últimos seis meses.

Los inversionistas perciben que el tema fronterizo es lo que alguna vez se denominó irónicamente en México, un “apantallaje”, es decir, una medida en la que era mucho más importante la imagen proyectada ante los medios que la realidad.

Sigo pensando que el “teatro fronterizo” es la señal de que sí viene la aprobación del TLCAN la próxima semana.