Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador le dio un raspón a su secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, al decir que en su momento la Suprema Corte de Justicia de la Nación rechazó la solicitud de consulta popular sobre la reforma energética presentada por Morena, porque “hubo consigna”.
Quizá nadie le dijo al presidente que la ministra ponente de la resolución por la que la Corte rechazó esa solicitud de consulta fue Olga Sánchez Cordero, actualmente responsable de la política interior dentro del gobierno de la autodenominada “Cuarta Transformación”.
Con su afirmación de ayer, el presidente de la República descalificó al Poder Judicial y en particular a su cabeza, la SCJN, de la cual aún forman parte seis ministros que ese 31 de octubre del 2014 votaron a favor del proyecto elaborado por Sánchez Cordero por el que fue rechazada la consulta solicitada por Morena.
El argumento de Sánchez Cordero para proponer el rechazo es el mismo que ahora la Corte podría esgrimir para no aceptar la petición de López Obrador y del Senado para que se realice una consulta popular sobre el enjuiciamiento o no de varios ex presidentes de la República.
En su proyecto de octubre del 2014, que fue aprobado por nueve votos a favor y uno en contra, la ahora secretaria de Gobernación argumentó que la consulta sobre la reforma energética debía ser rechazada porque de realizarla se violaría la Constitución, cuyo artículo 35 prohíbe realizar consultas sobre ingresos y egresos del Estado.
El artículo 35 constitucional establece varios candados para las consultas populares, uno de los cuales se refiere a “la restricción de los derechos humanos reconocidos por esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, ni las garantías para su protección”.
Someter a consulta la pertinencia o no de que algunos –no todos— ex presidentes sean sometidos a juicio violaría la garantía del debido proceso y presunción de inocencia de los señalados con nombre y apellidos en la pregunta que se pretende hacer a la ciudadanía.
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Sánchez Cordero recibió ayer tremendo raspón por parte del presidente en el podio de la mañanera. Pero disciplinada como lo ha sido, hará de cuenta que no se enteró.
Y seguirá jugando ese triste papel de fungir en el papel como secretaria de Gobernación con funciones acotadas, suplantada frecuentemente por los verdaderos operadores políticos del presidente de la República y aguantando los raspones presidenciales en público. ¿En verdad la ministra en retiro tiene necesidad de ello?
OFF THE RECORD
**TROPEZÓN DE ANAYA
Vaya pifia en la que incurrieron los abogados del ex candidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya, al intentar presentar una demanda por daño moral en contra del ex director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin.
Los abogados acudieron a un juzgado federal, cuando debieron realizar el trámite ante uno del fuero común.
¿Qué materia habrán reprobado los abogados cuando estudiaron la carrera?
**ESTO TIENE QUE PARAR
Científicos e intelectuales –aproximadamente 650– le pidieron ayer al presidente Andrés Manuel López Obrador que cese sus ataques a la libertad de expresión y sus descalificaciones hacia movimientos sociales.
En un desplegado, los firmantes señalaron que López Obrador utiliza un discurso permanente de estigmatización y difamación contra los que él llama sus “adversarios”. Y advirtieron: “Esto tiene que parar”.
Entre los firmantes están Enrique Krauze, Arturo Ripstein, Roger Bartra, Enrique Serna y Sara Sefchovich.
Correo: [email protected]
Twitter:@pepecontreras_m
