Hace unos días vimos en redes sociales un hecho sin precedentes: el último debate presidencial entre Hillary Clinton y Donald Trump fue transmitido en vivo por las diferentes plataformas digitales que permiten hacerlo: Periscope, Facebook Live y Youtube.
Las transmisiones alcanzaron números que no se habían visto en esas aplicaciones y por lo mismo fueron publicadas y aplaudidas por miles en el mundo.
El fin de semana pasado otro evento en vivo rompió todos los récords de audiencia en redes sociales: la transmisión -vía Facebook Live- de los ataques en contra de ISIS, por parte de las fuerzas kurdas e iraquíes, en la ciudad de Mosul.
Es decir, la transmisión de una guerra en tiempo real y con millones de espectadores que comentan y comparten lo que varias cadenas internacionales de televisión han estado publicando y documentando durante los últimos meses.
¿Qué significa que una guerra, hoy en día, pueda transmitirse en vivo y sin ningún tipo de filtros? ¿Facebook, Twitter o Youtube censurarán este tipo de contenidos? ¿Se plantearon que en algún momento esto sucedería cuando crearon dichas aplicaciones?
Nadie tiene la respuesta todavía, pero sin duda el fenómeno dará mucho de qué hablar en las próximas semanas.
