¡TRAMPOSOS SIN VERGÜENZA!

Para cerrar el circulo de la desvergüenza sólo falta que el Tribunal Federal Electoral deseche la resolución del INE que deja fuera de la boleta presidencial a dos de los tres aspirantes independientes.

Y es que, como está el pleito entre los árbitros electorales, no sería extraño que el Tribunal ordene que lo tramposos sean metidos a la boleta presidencial.

Y es que, como saben, a causa de las trampas en la recolección de apoyos, el INE negó el registro como candidatos independientes a Armando Ríos Piter y Jaime Rodríguez Calderón.

Los revisores del INE encontraron que la constante de los supuestos independientes había sido la alteración de apoyos. Dicho de otro modo, que cometieron una triple trampa.

La trampa de alterar las firmas, las credenciales y los apoyos de supuestos ciudadanos; la trampa de presentar esos documentos falsos ante el INE, con la esperanza de que el árbitro electoral se hiciera de la vista gorda y la trampa de engañar a los ciudadanos con el cuento de que son dizque aspirantes independientes, honestos y distintos a los partidos.

Pero no fue todo. Resulta que los expulsados son, además de tramposos, desleales a las instituciones y a la democracia toda. ¿Por qué?

Porque no sólo cometieron un vergonzoso acto de deshonestidad sino la desvergüenza de acusar al INE de ser parte de una trama perversa dizque para dejarlos fuera de la contienda.

Es como el ladrón que cayó preso “porque los policías son unos ojetes que no aceptaron una lana”. El ladrón no está preso por sus pillerías, sino porque los policías que lo atraparon no se dejaron sobornar.

Aún así, ya metido en la desvergüenza total, el ex priísta, ex perredista y ex independiente, Armando Ríos Piter, ya no acudió siguiera al derecho de pataleo –ante lo descomunal de la trampa– , sino que se concretó a señalar al INE, al tiempo que gritó: “al ladrón, al ladrón”.

Pero lo curioso es que uno de los promotores de Ríos Piter es el señor Jorge Castañeda, quien estableció una nueva alianza temporal, ahora con Ricardo Anaya, otro tramposo de la política, candidato presidencial acusado de lavado de dinero y de muchas otras pillerías.

Y, en éste punto pasamos de lo curioso a lo simpático. ¿Por qué?

Porque resulta que Jorge Castañeda fue uno de los constructores de la tramposa campaña de Jaime Rodríguez Calderón, motejado como el Bronco y quien de manera impensable se convirtió en gobernador “independiente” de Nuevo León, luego de derrotar al PRI y al PAN.

Lo que pocos saben es que la de El Bronco fue una campaña financiada “por debajo del agua” por algunos de los poderosos grupos empresariales de Nuevo León — enfrentados con el PRI y el PAN– , y que al tiempo que financiaron a El Bronco, ensayaron una candidatura independiente, a 2018.

El caso de El Bronco era “la punta de lanza” de un experimento político electoral que pretendía demostrar que si un gobernador podía alcanzar la victoria por la vía independiente, de la misma forma otro independiente podría ser presidente de los mexicanos.

Sin embargo, “El Bronco” terminó convertido en un verdadero “chivo en cristalería”. Su gobierno en Nuevo León fue un desastre.

Siempre dijo que no sería candidato presidencial, porque el pueblo lo nombró por seis años, pero a los pocos meses de estar en el poder ya se había peleado con todos sus constructores, a los que amenazó con destruirlos cuando fuera presidente.

El Bronco creyó que si cometía las mismas trampas que en Nuevo León, estaría en la boleta presidencial. Sin embargo, el INE le demostró que en la boleta no hay lugar para tramposos.

Lo cierto es que en el diseño original, El Bronco sólo sería gobernador de Nuevo León, y la candidatura presidencial — por la vía independiente–, estaba reservada para Jorge Castañeda, quien durante muchos meses trabajó en ese proyecto, junto con reputados intelectuales, hasta que llegó a la conclusión de que no llegaría. Entonces apoyó al tramposo Armando Ríos Piter.

Pero hete aquí que las trampas derrumbaron al Bronco y al Jaguar y Castañeda se quedó “como el perro de las dos tortas”. Pero “El Güero” –como lo motejan sus amigos– , tenía un “plan B”.

Resulta que el ex canciller fue uno de los promotores de la tramposa candidatura presidencial de Ricardo Anaya, quien hace pocas horas lo incorporó a su equipo de campaña, en una posición de privilegio. ¿Qué va a hacer Castañeda en la campaña de Anaya?

Todos lo saben; clavar el último clavo del ataúd del queretano. ¿Por qué? Porque Castañeda no trabaja para nadie, más que para Castañeda.

Y es curioso que quienes hicieron fracasar el gobierno de Fox, hoy harán fracasar la candidatura de Anaya.

Al tiempo.