Durante muchos años ha sido posible observar la “creatividad” de los cárteles de la droga para transportar sus productos y la crisis generada por la pandemia de COVID-19 no ha sido un impedimento para continuar con su negocio.
Ahora, utilizando al virus a conveniencia, el crimen organizado ha aprovechado los envíos de comestibles e insumos médicos para contrabandear su mercancía y no registrar pérdidas millonarias.
“Hay una adaptación del narcotráfico a los nuevos horarios de transporte”, detalló la directora ejecutiva del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible de Guatemala, Carmen Rosa de León, quien además afirma que este fenómeno está sucediendo a largo de toda América Latina.
Y es que, incluso con las restricciones emitidas a lo largo del continente, la realidad es que los transportes de cargamento pesado continúan laborando de manera normal, lo que ha permitido que continúe el comercio de las drogas sin tantos contratiempos.
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“Los toques de queda favorecen el traslado de droga: se han seguido permitido el transporte pesado a cualquier hora del día ye so hace que sea más fácil. El narcotráfico no podría operar si no fuera por la corrupción de autoridades. Al final termina siendo hasta más fácil el corredor que se tenga en los toques de queda, siempre que parezca que se hace como parte del transporte pesado”, explicó De León.
