Muchos en Morena pensaban que las elecciones de Tlaxcala serían un día de campo tras el cual este partido obtendría la gubernatura a través de la ex priista y ex delegada federal Lorena Cuéllar Cisneros. Sin embargo, la situación se complicó para el partido en el poder.
El primer sobresalto llegó con la repentina aparición de la empresaria Dulce Silva Hernández, la precandidata de la que casi nadie hablaba, pero que el pasado cinco de diciembre acudió a la sede nacional de este partido para registrarse en el proceso interno.
Con su registro, Silva Hernández –esposa de César Yáñez, uno de los hombres más cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador— obligó a la dirigencia nacional de Morena a simular la realización de una encuesta para tratar de legitimar una decisión cupular que ya había sido tomada hace tiempo: la candidata sería Lorena Cuéllar.
El anuncio de la oficialización de la candidatura de Lorena lo hizo ayer el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, pero no había terminado de hablar cuando ya Dulce Silva había reaccionado de manera enérgica.
En su comunicado, la empresaria delineó entre líneas una de las principales debilidades que acompañarán a Lorena durante su campaña, en la que enfrentará a una rival de mucha fuerza abanderada por una alianza multipartidista.
Dulce resaltó: “llamo la atención de todos los militantes de Morena en torno al riesgo que corremos al entregar nuestro destino en manos de personas obsesionadas con el ejercicio del poder público, a pesar de haberse comprobado y estar en curso las investigaciones por acciones de corrupción, desvío de recursos y delitos de gravedad equiparable, de parte de la persona que fue nominada para competir por la gubernatura de Tlaxcala”.
Con estas palabras, Dulce hizo alusión a diversos señalamientos que se han hecho en medios de comunicación sobre supuestas irregularidades cometidas por el equipo de Lorena Cuéllar durante su reciente encargo como súper delegada de los programas sociales del gobierno federal.
Fuentes consultadas por este reportero aseguran que muchos operadores de Lorena creaban listas de beneficiarios de programas sociales para crear una base clientelar propia, pero no conformes con eso, a muchos de ellos los obligaban a entregar parte del apoyo que recibían en efectivo.
Esta situación tiene molestos a muchos integrantes de organizaciones gremiales como de campesinos y artesanos, los cuales, aseguran las fuentes, se cobrarán con el voto en las elecciones del próximo 1 de junio.
La reacción de franca molestia de Dulce Silva augura que Morena enfrentará el proceso electoral del próximo año en condiciones de fragmentación, con una aspirante a la gubernatura lastimada, cuya molestia la llevará a abstenerse de apoyar a su partido o incluso a respaldar de manera soterrada a la oposición.
En cambio, en la casa de enfrente parece que ocurrirá todo lo contrario. La candidata de la alianza que conforman PRI, PAN y PRD y los partidos locales PAC (Partido Alianza Ciudadana) y PS (Partido Socialista), será la presidenta municipal con licencia de la capital del estado, Anabell Ávalos Zempoalteca.
Anabell es una mujer muy popular en Tlaxcala, priista de toda su vida, cuyos orígenes en el ámbito político se remontan a los años ochentas, cuando hacía trabajo al lado de Beatriz Paredes.
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En la víspera de las elecciones de gobernador del 2016, Anabell era la figura mejor posicionada en las encuestas por parte del PRI, pero sufrió el veto del gobernador de entonces, Mariano González Zarur, quien prefirió que el candidato fuera Marco Antonio Mena.
En lugar de hacer berrinche, Anabell se disciplinó y esperó una nueva oportunidad, que se le dio en el 2017, cuando ganó la alcaldía de Tlaxcala capital. Desde ahí trabajó en construir una candidatura de unidad para competir, ahora sí, por el gobierno estatal, lo que está a punto de concretarse.
Como sea, el futuro político de Tlaxcala será un asunto entre mujeres. Y no solo a nivel de la competencia por el gobierno federal, sino en los otros cargos de elección popular en disputa, como lo son las presidencias municipales, las diputaciones federales y las locales.
En las últimas semanas han surgido nuevos liderazgos de mujeres que luchan por derribar a los viejos cacicazgos que quitan y ponen diputados locales y presidentes municipales.
Uno de esos nuevos liderazgos lo representa la joven Maribel Santamaría Morales, asesora legislativa a nivel federal y gestora de proyectos sociales, a quien columnas estatales mencionan como aspirante a la Presidencia Municipal de Zacatelco, el municipio más importante del sur del estado.
La frescura y la popularidad de Maribel ha hecho que varios partidos la volteen a ver no solo para contemplarla como su candidata al citado municipio, sino para la diputación federal por el distrito 3, con cabecera precisamente en Zacatelco.
Incluso Morena está a la caza de estos nuevos liderazgos, ante la urgencia de recomponer la situación luego de la serie de eventos de las últimas semanas que le echaron a perder el día de campo que esperaba pasar en Tlaxcala.
OFF THE RECORD
**ROJO AMANECER
Ayer, los habitantes de la capital amanecimos de rojo.
Sí, ayer se rompió el récord de hospitalizaciones por Covid-19 al llegar a cuatro mil 598, cifra que supera la máxima que se había alcanzado en mayo, de cuatro mil 553.
La Ciudad de México está en los hechos en semáforo rojo, aunque las autoridades finjan padecer daltonismo.
**¿SE FUE O LA FUERON?
Martha Bárcena anunció que renunciará a su cargo de embajadora de México ante Estados Unidos y que se retirará del Servicio Exterior Mexicano.
Todo mundo sabe que Bárcena tenía una pésima relación con el canciller Marcelo Ebrard.
Por eso, hasta la pregunta es necia: ¿Se fue o la fueron?
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