¡Tiembla Yasmín Esquivel! UNAM ya podrá anular títulos por plagio

Para ello, el Consejo Universitario aprobó reformas a la Legislación Universitaria

¡Tiembla Yasmín Esquivel! UNAM ya podrá anular títulos por plagio
Foto: La Lista

A partir de este viernes 14 de abril, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ya podrá anular exámenes, títulos y grados académicos a alumnos que no hayan cumplido con los requerimientos para merecerlos.

Para ello, el Consejo Universitario aprobó reformas a la Legislación Universitaria de la UNAM, que fueron propuestas a raíz del caso de plagio de la tesis de licenciatura de Derecho de Yasmín Esquivel, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

En un comunicado, la Máxima Casa de Estudios de México señaló que con las reformas se fortalece la integridad y honestidad académica, pues ahora se pueden anular exámenes, títulos, así como grados tanto de alumnos como de egresados que incumplan los requerimientos para hacerse merecedores de los mismos.

Estudiantes tendrán que demostrar ideas sustentadas en trabajos académicos 

 

Entre los cambios a la Legislación Universitaria destacan la modificación de los artículos 61 y 68, así como la adición de dos incisos al artículo 62 del Reglamento General de Estudios Universitarios:

Para los casos de licenciatura y posgrado, los consejos técnicos o los comités académicos, según corresponda, tendrán entre sus facultades establecer los mecanismos para garantizar la autoría original de los trabajos académicos presentados para una evaluación, buscando siempre asegurar la integridad y honestidad académica”, se lee en el documento.

De acuerdo con la reforma, ahora, en los casos de licenciatura y posgrado, los consejos técnicos o los comités académicos, según corresponda, tendrán entre sus facultades establecer los mecanismos para garantizar la autoría original de los trabajos académicos presentados para una evaluación, buscando siempre asegurar la integridad y honestidad académica.

En los casos de nulidad de exámenes se determinó la procedencia de aprobar un segundo proceso de titulación o graduación conforme al Reglamento General de Exámenes con una previa valoración de gravedad del caso.

Los títulos de licenciatura o título profesional se otorgarán cuando se hayan acreditado “satisfactoriamente” todas las asignaturas correspondientes al plan de estudios y se cumpla con los requisitos de algunas de las opciones de titulación aprobadas por el consejo técnico.

Los estudiantes tendrán que demostrar ideas sustentadas en trabajos académicos y de autoría original.

También entró en vigor la modificación de los artículos 1o. inciso c), 21, 24, 25, 26; la adición de los incisos c) y d) al artículo 30; la adición del Capítulo VII “De la integridad y honestidad académica”, artículos 32 al 39; y la adición del Capítulo VIII “De la interpretación del Reglamento”, artículo 40 del Reglamento General de Exámenes.

Se precisa, entre otros aspectos, que mediante las calificaciones obtenidas se pueda dar testimonio de la capacitación del estudiante, de los conocimientos, habilidades o competencia adquiridos, del pensamiento crítico y analítico desarrollado y de la autoría original de las ideas sustentadas en los trabajos académicos”, indicó.

La UNAM también refirió que entró en vigor la modificación de los artículos 23, 27, 28 y 30 del Reglamento del Tribunal Universitario y de la Comisión de Honor, donde se establece, entre otros aspectos, que la Comisión de Honor del Consejo Universitario revisará las resoluciones emitidas por el Tribunal Universitario en los términos de los artículos 100 y 101 del Estatuto General, las de los Consejos Técnicos conforme al artículo 38 del Reglamento General de Exámenes y las del Comité Universitario de Ética.

Las modificaciones a la legislación universitaria se plantearon luego de que la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón concluyó que la tesis de la ministra Esquivel Mossa era una “copia sustancial” de la que entregó otro alumno identificado como Édgar Ulises Báez, y la UNAM no contaba con mecanismos para sancionar esta práctica.

En la búsqueda, ejercicio, construcción y transmisión del conocimiento, las autoridades, funcionarios, profesores, investigadores, técnicos académicos, asesores, tutores, sinodales y alumnado deben actuar con honestidad académica, citar adecuadamente las fuentes de información que empleen, generen o difundan, y dar el debido reconocimiento a la autoría intelectual. “Los trabajos escritos deben realizarse con estricto rigor académico”, afirmó la UNAM.

Con información de Proceso y El Financiero

MSA