Este fin de semana, Andrés Manuel López Obrador, tuvo la “increíble” idea de blindar con vallas metálicas la fachada de Palacio Nacional en el marco del Día Internacional de la Mujer el lunes 8 de marzo.
Ante las inminentes movilizaciones de colectivos feministas, que buscarán concientizar sobre toda la violencia que sufren las mujeres a nivel nacional e internacional, el presidente decidió proteger su querido Palacio de las criticadas “pintas y rayas” que deja a su paso la marcha de las mujeres.
Claro que él lo maneja como una protección de la “oposición conservadora”, que siempre busca infiltrarse en las marchas y causar “despapayos” en nombre de los colectivos.
Nuevamente, revivimos la sección “siempre hay un tuit”, que busca exhibir lo contradictorio que llega a ser López Obrador, pues está demás decir que su yo del pasado sería el opositor perfecto para su yo del presente.
Por ahí de octubre y noviembre del 2013, AMLO llamaba a los mexicanos a estar preparados para llevar a cabo el “Plan de Desobediencia Civil”, en contra de la aprobación de la Reforma Energética de su antecesor, Enrique Peña Nieto.
Evitemos la traición a México, estemos atentos y dispuestos a participar en las acciones de desobediencia civil http://t.co/Rgxy6gfmSL
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) November 18, 2013
Después de que Peña Nieto llegara a un acuerdo con petroleras extranjeras, AMLO creo el llamado “Plan de Desobediencia Civil”, para que los ciudadanos se congregaran a las afueras del Senado, pacíficamente, para impedir que se llevaran a cabo las reformas de la anterior administración.
Te envío el Plan de Desobediencia Civil Pacífica aprobado. Infórmate, ayuda a informar y participa en la acción http://t.co/yo0ntzIEeH
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) October 9, 2013
Ocho años han pasado y AMLO se protege y resguarda en Palacio Nacional; después de su petición hace años, ahora quiere que las manifestaciones de las mujeres no sean “agresivas” y que sean pacíficas ante tantos actos violentos en su contra. ¿A qué AMLO le hacemos caso?
EY
