Sí, #LordFerrari es ciego, sordo e idiota

En el Itinerario Político del 18 de marzo, aquí dijimos que Alberto Sentíes Palacios era ciego, sordo e idiota.

Como seguramente sabe, Sentíes Palacios es el dueño de un ferrari que ordenó a uno de sus escoltas golpear al conductor de otro vehículo que le cerró el paso.

Por eso, aquí dijimos que el comportamiento violento de algunos “guaruras” de hombres y mujeres de poder es, en no pocos casos, el retrato hablado de la impunidad de sus patrones…

Dijimos que el guarura prepotente, golpeador y que violenta las reglas elementales de convivencia, comete esas irregularidades porque se sabe protegido, si no es que alentado y hasta premiado por quien le paga…

Y dijimos que era exhibición de ceguera y de idiotez que el señor Sentíes Palacios se contradijera y saliera con argumentos chabacanos como que él no sabía lo que ocurría o que él no se enteró de la golpiza que su trabajador propinó a otro individuo.

Hoy sabemos que el escolta de Alberto Sentíes –el señor Sergio González Ibarra–, apareció muerto en un hotel del estado de México.

El parte oficial asegura que se trató de un infarto. Y según se sabe, el escolta habría muerto la madrugada del viernes 18 de marzo.

Curiosamente, junto con el cuerpo de Sergio González apareció una carta que, de ser cierta, sería la declaración del propio González Ibarra quien, como indica la lógica, acusa a su jefe de haberlo enviado a golpear al otro conductor, asegura que Alberto Sentíes le garantizó protección y advierte que el mismo Sentíes lo abandonó a su suerte.

Es decir, que si la versión del escolta muerto resulta cierta, también se confirmaria que Alberto Sentíes Palacios es ciego, es sordo y es idiota. Pues sólo un ciego, un sordo y un idiota habría actuado de esta manera, sólo un ciego, un sordo y un idiota habría faltado a su promesa en medio de una crisis como ésta; sólo un ciego, un sordo y un idiota habría dado la espalda al hombre que envió a golpear a otro, luego del escándalo que se generó en medios y redes sociales.

Como solemos decir, aquí no somos Ministerio Público y no nos corresponde juzgar quién tiene la razón y quién miente. Eso sí, de confirmarse que el escolta murió a causa de las presiones que resultaron del abandono de su jefe, entonces se confirmaría que además de ser ciego, sordo e idiota, Sentíes Palacios ahora carga con la vida de un ser humano.