“Si alguien está saboteando las posibilidades de un diálogo es el Presidente”: Woldenberg

Woldenberg expuso que hay “vientos muy fuertes que soplan contrarios a la convivencia democrática” lo cual ha limitado el debate

“Si alguien está saboteando las posibilidades de un diálogo es el Presidente”: Woldenberg
Foto: DDC

José Woldenberg, exconsejero presidente del desaparecido Instituto Federal Electoral (IFE), apuntó este jueves que si alguien en México sabotea las posibilidades de un diálogo o un debate público, medianamente racional, es el Presidente de la República; debido a que hace descalificaciones por medio de adjetivos como “fifís”, “conservadores”, entre otros.

El académico mexicano expuso que hay “vientos muy fuertes que soplan contrarios a la convivencia democrática” lo cual ha limitado el debate.

En ese sentido, mostró su preocupación por distorsiones que se han generado en la democracia mexicana para que se exprese la pluralidad de una sociedad como la mexicana donde hay una gran diversidad de posturas e ideologías.

Por ello, expuso que si el titular del Ejecutivo Federal respondiera aquellos cuestionamientos que no le gustan con argumentaciones, evidencias y matizaciones al que se dice, se podría construir un espacio público del cual se beneficia toda la sociedad.

Sin embargo, indicó que el Presidente de la República responde con descalificaciones aquellas voces contrarias a su gobierno.

Te puede interesar | ¡Juicio Político contra AMLO! ¿Quién levanta la mano?

Por ello, planteó la necesidad de abrir espacio públicos que permitan que el debate esté cargado de argumentos, lo cual beneficiaría a todos, incluso al presidente.

Si alguien está saboteando las posibilidades de un diálogo o de un debate medianamente racional, creo, y me cuesta decirlo, es el Presidente de la República, que ante cada argumentación, lo que nuestro Presidente hace es la descalificación a través de adjetivos en donde tiene un resorte muy bien aceitado, y si no le gusta lo que dijo un periodista, un partido político (…), de inmediato lo que salta es el adjetivo”, comentó.

Por último, concluyó diciendo que el actual Gobierno Federal “no le gusta” la estructura que regula una democracia, es decir, que haya división de poderes, que haya un poder vigilado y regulado.

Quieren incluso que los órganos autónomos del Estado actúen bajo la batuta del presidente. Se han construido precisamente para acabar con la discrecionalidad de esos campos del Ejecutivo Federal. La dimensión, de la vigilancia Pongo un ejemplo que resultó casi shokeante,. La Auditoría Superior de la Federación, que depende de la Cámara de diputados, presentó sus resultados del análisis de la cuenta pública. En esa cuenta pública estaban enumerado un número enorme de anomalías y de raterías. Y sin embargo, el presidente fue capaz de llevar la atención pública al dictamen sobre la cancelación del aeropuerto, tender una cortina de humo”, apuntó.

Con información de El Universal y La Jornada

MSA