A Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, no le cayó nada bien la derrota electoral de su partido Morena en la capital del país el pasado 6 de junio.
A causa de lo anterior, Sheinbaum Pardo pasó de un perfil técnico, que presumió desde el arranque se su administración en 2018, a una fase de “política ruda“.
Una de las primeras decisiones que evidenciaron su comportamiento, fue la llegada de Martí Batres como su secretario de Gobierno, este morenista puro y duro, tendrá la terea de tratar con los nuevos alcaldes de oposición que toman posesión el 1 de octubre.
Después, en una determinación muy criticada, Sheinbaum cambio el color del logotipo de su administración dejando de lado el verde para pasar al guinda que usan el gobierno federal y Morena, esto bajo el argumento de que fue un “back to the basics”.
Incluso, emuló las mañanera de Palacio Nacional, pues se lanzó contra el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) al calificar como “un robo” la anulación de cuatro casillas en Azcapotzalco, con lo que los morenistas perdieron una diputación federal que ahora será del PAN.
Aunado a lo anterior, también es un hecho que Claudia Sheinbaum ya está campaña para las presidenciables del 2024, a pesar de tener tareas pendientes como la tragedia en la Línea 12 del Metro.
Con información de Reforma
JZ
