La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, es la favorita del presidente Andrés Manuel López Obrador para sucederlo, pero es también la peor de las opciones que tiene Morena en estos momentos.
De acuerdo con una encuesta publicada ayer por El Financiero, el 55 por ciento de los habitantes de la capital no votaría por Claudia si se postulara como candidata a la Presidencia de la República.
El dato es doblemente grave para ella: en primera, porque la Ciudad de México concentra el segundo padrón electoral más grande del país; y en segunda, porque se trata de la entidad que Claudia gobierna.
Por si eso fuera poco, una encuesta publicada recientemente por el diario Reforma revela que el 40 por ciento de la población del país desconoce el nombre de la jefa de Gobierno de la capital, lo que habla de su nula presencia nacional.
Sheinbaum carga con el estigma de haber sufrido una terrible derrota en las elecciones intermedias del pasado 6 de junio, cuando Morena perdió más de la mitad de las alcaldías y el poder absoluto que tenía en el Congreso local.
Aún así, es la corcholata favorita del presidente debido a que tiene lo que éste más valora de sus colaboradores: obediencia y lealtad ciega.
Sheinbaun ha demostrado que está dispuesta a todo con tal de no perder su calidad de corcholata favorita. Y ese “todo” incluye el nulificarse a sí misma hasta reducir su papel de jefa de Gobierno al de una regenta, como se le llamaba hace más de 25 años al administrador de la capital, que era un empleado del presidente.
Está tan entusiasmada con esa bendición de que goza del inquilino de Palacio Nacional, que cambió su look para aparecer un poco menos cadavérica y aprovecha cualquier pretexto para placearse por otros estados.
Te puede interesar | LA EMBOSCADA DE AMLO AL INE
La jefa de Gobierno de la capital no tiene el carisma ni mucho menos el arrastre que posee su jefe político, el presidente de la República, por lo que no hay garantía de que con ella en la boleta se repita en el 2024 el efecto López Obrador.
El asunto debe tener preocupado a más de uno en Morena, porque un candidato débil y poco carismático afectará con un efecto cascada negativo al resto de las campañas a los cargos de elección popular que estarán en disputa en el 2024.
Pero si el presidente López Obrador se empeña en que la candidata sea Sheinbaum a toda costa, no habrá para donde hacerse. Difícilmente López Obrador se inclinará hacia los otros dos aspirantes fuertes, el senador Ricardo Monreal y el canciller Marcelo Ebrard.
En todo caso, es posible si de plano se convence de que Sheinbaum no garantiza el triunfo, el presidente opte por poner en marcha su plan B, que podría ser el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
La debilidad de la corcholata favorita de López Obrador debería ser una buena noticia para la oposición. Pero hasta el momento no ha surgido de este sector una figura que sea capaz de enfrentar con éxito a cualquiera que postule Morena.
OFF THE RECORD
**EL PAN SE MORENIZA
Ayer, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, anunció que el candidato de su partido al gobierno de Aguascalientes será definido mediante encuesta.
Tanto critica la oposición a Morena, que termina copiando sus malas prácticas.
**MINISTRA CARNALA
En breve aumentará a tres el número de ministros carnales del presidente López Obrador en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El Senado elegirá como ministra a Loretta Ortiz Ahlf, quien fuera diputada federal del PT y luego de Morena.
Y todavía dicen que no son iguales.
Correo: [email protected]
Twitter: @pepecontreras_m
