Como ocurre en cada elección, entre menos días faltan para las votaciones, más oportunistas abandonan las candidaturas fallidas y buscan espacios –o huesos–, en las apuestas que se perfilan como ganadoras.
Y es que las candidaturas son como los barcos; cuando se van a pique, las primeras en correr son las ratas.
El mejor ejemplo de lo anterior lo encontramos en Puebla, donde ocurre una desbandada de alcaldes, empresarios, regidores, sindicatos, periodistas y organizaciones civiles.
Hasta hace días, estos aplaudidores de temporal que decían apoyar a la candidata del PRI, Blanca Alcalá. No obstante, frente a las encuestas más recientes, todos se pusieron al servicio del panista Antonio “Tony” Gali, el candidato del PAN.
De acuerdo con el columnista de Diario Cambio, Arturo Rueda, luego del debate de candidatos, la campaña de Blanca Alcalá se quedó sin pasajeros.
Incluso hay algunos osados que aseguran que la independiente Ana Teresa Aranda terminaría mejor posicionada que la abanderada tricolor.
Es así que a 20 días de los comicios, en el tablero del juego electoral la delantera parece ser para Tony Gali.
Al respecto, no está de más recordar que el 25 de febrero de este año, en el Itinerario Político advertimos que el PRI habría entregado la plaza en Puebla.
Hoy, con la desbandada de tricolores y el fortalecimiento del candidato azul, las evidencias parecen confirmar lo dicho hace casi tres meses.
¿No que no?
