El pasado 12 de septiembre arrancó formalmente el proceso electoral de Tamaulipas en medio de un grillerío en Morena por la definición del candidato al gobierno del estado, para los comicios que tendrán lugar el 5 de junio del próximo año.
En días pasados se registró una cargada de liderazgos morenistas hacia el senador Américo Villarreal, hijo del gobernador del mismo nombre, quien al parecer cuenta con la simpatía del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado.
Sin embargo, el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, ha telegrafiado la posibilidad de que apoye a otro aspirante, que podría ser Alejandro Rojas Díaz Durán, uno de sus principales operadores políticos.
En la grilla también está metido Rodolfo González Valderrama, titular de la Dirección General de Radio y Televisión de la Secretaría de Gobernación, quien cuenta con el respaldo de la ex titular de la dependencia y hoy presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero.
González Valderrama tiene mucho arraigo en Tamaulipas y cuenta con el respaldo de amplios sectores de Morena en la entidad, pero el bajón que sufrió Sánchez Cordero le podría afectar.
Una más que está en la jugada es la presidenta municipal saliente de Reynosa, Maki Ortiz, una mujer que toda su vida ha militado en el PAN, partido del que fue expulsada el pasado 2 de julio por apoyar a Morena en el reciente proceso electoral.
Maki pretende colarse al proceso interno de Morena por la candidatura al gobierno estatal, pero entre la militancia de este partido se le rechaza por considerarla todavía panista y muy cercana al ex presidente Felipe Calderón.
En el PAN, que es el partido en el poder, la caballada está más que flaca. Entre los aspirantes se encuentra el senador Ismael García Cabeza de Vaca, hermano del actual gobernador, que difícilmente se quitará la etiqueta de sus nexos con el crimen organizado.
También suspiran el presidente municipal saliente de Tampico, Jeús Nader, y el diputado local Gerardo Peña.
En el PRI la situación es aún más triste, pues los que tienen mayores posibilidades, por decir algo, son el ex alcalde de Ciudad Victoria, Enrique Cárdenas del Avellano; el ex presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, Ramiro Ramos Salinas, y el dirigente estatal del partido, Edgar Melhem Salinas.
A menos que ocurra algo verdaderamente extraordinario, se puede decir desde ahora que el próximo año el gobierno de Tamaulipas será para Morena.
JC
