Debido al fracaso del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el pasado lunes 3 de octubre el Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía (APECIC), con el cual reducir el costo de 24 productos de la canasta básica.
Entre los puntos de acuerdo, hasta finales de febrero del próximo año, se suspenderá la revisión de toda regulación que impide o encarece la importación e internación de alimentos y su movilidad en el país.
El gobierno de México anunció que algunas empresas podrán ingresar, producir y distribuir alimentos como huevo, pollo, carne de res y cerdo, pescado y tortilla sin pasar por algún control sanitario.
También serán eximidas de pagar el impuesto general de importación por estos productos.
Este es el segundo intento del mandatario tabasqueño de frenar el alza de precios y la inflación.
“Se ha logrado un acuerdo para que la iniciativa privada y el Gobierno llegaran a un compromiso para enfrentar el problema inflacionario”
Fue lo que dijo AMLO antes de presentar el acuerdo que nos salvará de la inflación 😮 pic.twitter.com/qiorajsX5r
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) October 3, 2022
Sin embargo, especialistas criticaron este nuevo acuerdo de la 4T al señalar que tendrá un impacto marginal, generará riesgos sanitarios y anticipan una mayor carestía.
Alertaron que justificar la eliminación de un control sanitario por economía puede ser perjudicial, pues al enfermarse las personas, el sistema de salud nacional tendría que responder a su atención inmediata.
Al final, enfatizan, la medida puede salir más cara y sin un control sanitario el país retrocede en calidad alimentaria.
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También alertan que con buena o mala fe, las empresas no deben autorregularse pues por ello existen controles como el del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), encargada de la vigilancia epidemiológica y de reducir riesgos de contaminación en los productos alimenticios, y el de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), encargada como lo dice su nombre de prevenir riesgos sanitarios.
Sin una vigilancia, las empresas pueden caer en una competencia desleal y en colocar productos de mala calidad.
“Me preocupa que eximamos de la vigilancia de la inocuidad alimentaria a Senasica y Cofepris, porque pone en riesgo no nada más la sanidad e inocuidad, sino todo el tema de las exportaciones”, alertó el presidente del Consejo Nacional Agropecuario, Juan Cortina Gallardo.
Mientras que Ana Bertha Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), coincidió en que “no puedes garantizar que las empresas privadas, al cargar esta responsabilidad, vayan a poderlo hacer de la misma manera, con la misma eficiencia”.
“Además de generar riesgos para la población, nos puede meter en problemas en términos de comercio internacional, porque hay siempre estándares y regulaciones al importar y exportar. A nuestros socios puede que no les parezca adecuado eliminar estas revisiones”, afirmó.
Por último, el IMCO advirtió que si se aplicarse el acuerdo como está planteado se pondría en riesgo la salud de los consumidores, distorsionaría la competencia económica y se generaría incertidumbre jurídica en todas las etapas productivas.
Con información de El Universal y Animal Político
MSA
