Al promover que se realice una consulta popular en marzo del próximo año sobre revocación de mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador intenta meter a la sociedad mexicana en una trampa.
Realizar una consulta de este tipo no tendría ningún sentido, pues su resultado no tendría ningún efecto práctico.
Y es que nadie ha reparado en un dato que es fundamental: en 2019, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) sentó un precedente en el sentido de que una norma sobre revocación de mandato no puede ser aplicada de manera retroactiva.
Durante una sesión realizada el 1 de agosto del 2019, la Sala Superior del TEPJF resolvió el expediente SUP-JDC 134/2019 referente a una solicitud de llevar a cabo una consulta sobre revocación de mandato del gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado.
En su resolutivo, el TEPJF determinó que realizar dicha consulta no procedía, porque el ordenamiento legal que contempla la revocación de mandato fue aprobado cuando Corral ya era gobernador en funciones.
Corral fue elegido por el voto popular para ejercer el cargo de gobernador del 4 de octubre del 2016 al 7 de septiembre del 2021, y la Ley de Participación Ciudadana, que contempla la revocación de mandato, fue publicada en el Periódico Oficial del Estado de Chihuahua el 23 de julio del 2018.
Esa ley, sentenció el TEPJF, no puede ser aplicada de manera retroactiva. Por lo tanto, no se autorizó la realización del proceso de revocación de mandato dedicado a Corral.
El precedente que sentó el máximo tribunal electoral del país es claro y se actualiza en el caso del presidente López Obrador.
La reforma al artículo 35 de la Constitución que contempla la revocación de mandato fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 20 de diciembre del 2019, cuando el presidente López Obrador ya estaba en funciones como presidente de la República.
Ni esa disposición constitucional, ni la ley reglamentaria, que aún no se aprueba, podrían ser aplicadas para revocarle el mandato a López Obrador.
Por lo tanto, promover la consulta sobre revocación de mandato no es más que una nueva trampa del presidente de la República para que él y su partido sigan en campaña permanente con la mira en las elecciones estatales del próximo año, luego en las estatales del 2023 y por supuesto, la sucesión presidencial del 2024.
