El informe “Ayotzinapa. Narrativa de los hechos de acuerdo con la investigación realizada”, presentado por el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), reveló nuevos datos en el caso de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, quienes fueron desaparecidos entre el 26 y 27 de septiembre del año 2014.
A través de diversas investigaciones y datos obtenidos de la Administración para el Control de Drogas (DEA), se dio a conocer que varios militares estuvieron relacionados con la célula criminal Guerreros Unidos, quienes les daban dinero a cambio de información y protección.
El documento establece que la zona de Guerrero e Iguala es una de las más importantes en el tráfico de drogas, por lo que se ha convertido en un punto de lucha y colusión de intereses de grupos delictivos y de autoridades encargadas de detener sus actividades.
De acuerdo a lo que se dice en este informe, el municipio de Iguala era disputado por los grupos Guerreros Unidos, Los Rojos y La Familia Michoacana; sin embargo, Guerreros Unidos era sin duda alguna el grupo con mayor peso en la zona, debido a su estrecha relación con las autoridades de la zona.
“[Guerreros Unidos] mantenía un importante nivel de penetración y cooptación de las autoridades encargadas de la seguridad pública y el combate al narcotráfico en la región. Esta red que involucraba a autoridades de los tres órdenes de gobierno fue, sin duda, un factor que ‘facilitó’ y perpetró la desaparición forzada de los 43 normalistas”, revela dicho informe.
En este nuevo informe se da a conocer que además de tener una relación cercana con el Ejército, Guerreros Unidos también se relacionaba con la Policía Federal. Esto se comprobó después de que la DEA entregó testimonios y mensajes de texto entre estos grupos.
Entre los mensajes de texto que fueron entregados, se reveló que los coroneles José Rodríguez Pérez y Rafael Hernández Nieto, comandantes de los batallones 27 y 41, respectivamente, así como el capitán José Martínez Crespo; eran quienes mantenían una relación cercana.
A pesar de la información con la que ahora se cuenta, el gobierno federal ofrece tres hipótesis sobre lo que pudo haber sucedido con los 43 estudiantes de Ayotzinapa. La primera vertiente refiere a una confusión de Guerreros Unidos, quienes estaban cazando infiltrados a su grupo por parte de Los Rojos.
La segunda teoría hace referencia a un castigo a los estudiantes normalistas por parte del alcalde José Luis Abarca, quien también estaba relacionado con Guerreros Unidos. Finalmente, la tercera hipótesis refiere al tráfico de drogas, pues Guerreros Unidos usaba autobuses de pasajeros para transportar droga.
De acuerdo a este informe, hasta el momento hay 132 personas detenidas por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa: 41 miembros de Guerreros Unidos, 71 policías (5 federales, 3 federales ministeriales, 7 estatales y 56 municipales), 3 funcionarios de la FGR, el exalcalde de Iguala y su esposa; el exsecretario de Seguridad de Guerrero y 14 militares.
