El 5 de abril del 2020, durante su informe trimestral de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su administración había cumplido con su compromiso de respetar los derechos humanos y afirmó tajante: “Hemos erradicado la tortura”.
Sin embargo, los parlamentarios europeos tienen otros datos. En días pasados se llevó a cabo en Bruselas, Bélgica, –sede del Parlamento Europeo– un foro virtual con motivo del Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura.
El encuentro tenía como objetivo analizar si, como lo afirmó el presidente de México hace más de un año, era cierto que en este país ya se había erradicado la tortura. Y AMLO quedó muy mal parado.
Sebastian Brehm, diputado al Parlamento de Alemania, afirmó que en México las autoridades municipales, estatales y federales siguen torturando de forma sistemática, “a pesar de que la Presidencia diga que se trata de un fenómeno del pasado”.
Brehm, quien es miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Bundestag (Parlamento Alemán), añadió: “Se debe poner en la agenda lo que ocurre en México e incidir en que las declaraciones del presidente son falsas cuando dice que no hay tortura; todo lo contrario, existe una brutalidad”.
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Otro que levantó la voz fue el diplomático alemán Gerald Staberock, quien es secretario general de la Organización Mundial Contra la Tortura. Gerald señaló: “Para proteger a las víctimas, lo primero es reconocer que hay un problema y eso es algo que falta en México”.
Y añadió: “Si escucho a un presidente decir que ahora tenemos una ley y por tanto ya no tenemos víctimas, allí falta algo”, en referencia a la declaración de López Obrador del 4 de abril del 2020.
Durante el foro tuvieron participación algunos representantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos en México, como Jorge Luis López, del Centro Fray Bartolomé de Las Casas, quien denunció que lejos de ser erradicada, la tortura se ha incrementado durante el gobierno de la “Cuarta Transformación”.
Mencionó que durante 2019 la organización que representa recibió nueve denuncias por tortura, pero durante el 2020, precisamente cuando el presidente anunció su “erradicación”, los casos llegaron a 37.
La tortura no ha sido erradicada por la “4-T”. Es una práctica que está más viva que nunca y que es atribuida, en buena medida, a la corporación estrella del presidente López Obrador: la Guardia Nacional.