Reprobados los maestros… y maestros de maestros

Durante meses, autoridades de todos los órdenes y niveles de gobierno, organizaciones civiles, académicos y ciudadanos de a pie han hablado de la pésima educación que se vive en México.

Que si los niños no leen bien, que si no entienden lo que leen, que si no saben escribir, que si no suman, que si no multiplican, que si no entienden problemas básicos de matemáticas, que si no hablan inglés, que si, que si, que si…

Lo curioso es que, mientras algunos aseguran que los responsables del fracaso educativo están en el magisterio disidente; y mientras otros acusan a los planes de estudio, lo cierto es que pocos han volteado la mirada a las escuelas normales.

¿Cómo se preparan los maestros de primaria? ¿quién enseña a los que, posteriormente, enseñarán a los niños mexicanos?

De acuerdo con un diagnóstico del Instituto Nacional de Evaluación Educativa –INEE–, las normales mexicanas desfilan por la calle de la amargura.

En algunas de estas escuelas, el autogobierno tiene sus programas de estudio sumidos en el atraso.

En otras, los maestros de los maestros tienen estudios truncos.

Y hay normales –como la de Ayotzinapa–, en donde se forman guerrilleros, para militares, profesionales del bloqueo… pero no se forman maestros.

Frente a este escenario, no sorprende que los niños mexicanos tengan una preparación deficiente. Después de todo, sus maestros también recibieron una capacitación pobre.

Por eso la pregunta, ¿cuándo se atenderá como se debe la crisis que viven las normales? ¿hasta cuándo, el sistema educativo mexicano producirá maestros mal educados?