A unos días del arranque de la sexta ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), hay voces en el sector automotriz que piden una negociación amigable y benéfica a los tres países, dada la importancia de este sector en la economía de los tres países. Ello a pesar de las declaraciones del secretario de comercio norteamericano Wilbur Ross, quien asegura que la regla vigente de tener líneas de producción en cada país “está matando los empleos en Estados Unidos”.
Ante la tensión y polémica generadas por las declaraciones de los encargados de la política económica de Trump, Sergio Marchionne, presidente ejecutivo de Fiat Chrysler Automobiles NV (FCA), anunció el traslado de su producción de camionetas de México a Michigan a partir del 2020 para que Trump ablande un poco el tema en la negociación de tratado, así como una medida precautoria ante el pago de un arancel del 25% en vehículos importados en caso de que Estados Unidos salga del tratado.
En ese mismo tema el CEO de Ford Motor Co, Jim Hackett, indicó que el TLCAN debe ser modernizado y explicó que de las tres grandes automotrices americanas, Ford es la que tiene el mayor número de componentes fabricado en los Estados Unidos y también no construye camiones en México. En cambio la presidenta ejecutiva de GM, Mary Barra el sábado pasado se pronunció por la supervivencia del Tratado con mejoras y reiteró el respaldo que tiene por parte de altos ejecutivos de su compañía para seguir con la construcciones de camiones en México.
Ante tal escenario las tres grandes automotrices han declarado en torno al asunto, en la víspera de las negociaciones que arrancan el 23 de enero en la ciudad de Montreal Canadá, todas ellas coinciden en que se cambie el tono adoptado por el gobierno de Estados Unidos de querer salir del tratado, esto aunado al respiro que da la iniciativa de no concretar negociaciones hasta que pasen las elecciones del 1 de julio en México.