Refinerías de AMLO, costarían hasta el triple de lo prometido: expertos

Las refinerías costarían 6 mil millones de dólares (mdd) y tardarían tres años en su construcción, de acuerdo con el virtual Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, analistas consultados por Forbes México consideran poco realistas dichas metas.

La intención del tabasqueño es romper con la dependencia energética de las importaciones y reactivar la producción nacional a través de la construcción o reapertura de seis refinerías.

De acuerdo con Rocío Nahle, propuesta por AMLO para ser la próxima titular de la Secretaría de Energía, adelantó que serían tres años lo que tardaría la construcción de cada una de las refinerías. Pero analistas consideran lo contrario.

Por ejemplo, Ixchel Castro, analista energética de la consultora Wood Mackenzie, afirma que el tiempo de construcción sería de entre 5 y 6 años con la intención de que el proyecto funcione adecuadamente. “Prevemos que inicie operaciones entre 2023 o 2024”, dijo.

Cabe mencionar que, la Reforma Energética estableció que este tipo de proyectos requieren licencia social y ambiental, mismas que al menos tardan 18 meses.

Se considera además que, el desembolso estimado que propone el equipo de López Obrador superaría hasta el triple de lo estimado.

“Un factor adicional serían los aranceles de Trump al aluminio y acero, para una refinería con capacidad de 150 mil como la de Salamanca, el costo podría dispararse hasta 12 mil mdd. Si se construye una con capacidad para 300 mil barriles, más grande que la de Salina Cruz, la cifra llegaría hasta 16 mil mdd”, expuso Castro.

Otro punto clave es la producción de petróleo. Con el declive del mega yacimiento Cantarell, Pemex ha enfrentado múltiples problemas para mantener su producción alrededor de los 2 millones de barriles de crudo diarios.

Hay que recordar que, la última refinería que se construyó en nuestro país fue la de Salina Cruz, en Oaxaca (1977), dos años antes de que arrancara la explotación de Cantarell y toda la sonda del Golfo.

Desde entonces, no se pensó en la reconfiguración de refinerías comenzó hasta 1998, cuando la empresa comenzó a obtener más petróleo crudo pesado, mientras que su infraestructura estaba diseñada para petróleo ligero.

Esta situación  ha puesto de cabeza el Sistema Nacional de Refinación, además de los paros no programados tras fenómenos naturales como el huracán Harvey y los sismos de septiembre de 2017.