Dentro de las promesas del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se encuentra la de construir una nueva refinería para reducir así la dependencia de la importación de combustible. Tal inversión tendría un costo de alrededor de 8 mil millones de dólares, lo cual provocaría que se incremente aún más la deuda de PEMEX, que en el cierre de junio se encontraba en 104 mil millones de dólares, advirtió la calificadora de riesgo crediticio Moody’s.
Nymia Almeida vicepresidente de Finanzas Corporativas de Moodys, en el contexto de la Cumbre Anual de la calificadora, advirtió que en caso de que construya la nueva refinería, Pemex deberá ser muy eficiente, debido a que el costo deberá ser absorbido por la empresa productiva del Estado o por el mismo gobierno federal. Es decir, sin condiciones necesarias se perderá la inversión.
“Hay casos como India, Brasil y Colombia donde no se ha concretado la construcción, o al hacerlo, el costo se eleva al doble de lo estimado; eso implicaría incrementar deuda y peso a las finanzas de Pemex”, dijo Almeida.
La analista comentó que, mejorar el sistema de refinación existente sería más viable que construir uno. Destacó que en México hay refinerías muy viejas donde ya no existen proveedores y lo más recomendable sería apagarlas. Por otro lado, también existen otras que con inversión podrían rescatarse.
En el mismo contexto, Iván Sandrea, presidente de Sierra Oil & Gas, advirtió que congelar el precio de la gasolina afectará las inversiones previstas por las empresas privadas en el marco de la reforma energética, como los proyectos de almacenamiento que su empresa trata de desarrollar.
En un estudio, Moody’s señala que en América Latina, Brasil fue el último país en construir una refinería; se completó en 2014 y tiene una capacidad de 115 mil barriles, pero su costo final fue mucho mayor al previsto.
¿Se equivoca AMLO al apostar por el petróleo en vez de energías limpias?
