La primera acción del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador fue iniciar su propia lucha en contra del robo de combustible. Según el mandatario en menos de seis meses el problema del famoso huachicol había sido erradicado en su totalidad.
No obstante, la realidad es otra pues según datos de la Gerencia de Estrategia y Sistema de Seguridad y Monitoreo de Pemex: del primero de enero al 31 de mayo de 2019 se registraron 6 mil 621 nuevas tomas ilegales.
Dicha cifra supera las 6 mil 530 tomas que fueron realizadas en el mismo periodo en 2018, lo cual muestra que en realidad la estrategia de Obrador ha fracasado rotundamente.
Asimismo, la Plataforma Nacional de Transparencia indicó que de nueva cuenta las tomas clandestinas se encuentran ubicadas, en su mayoría, en siete entidades al centro del país: Hidalgo 2 mil 170, Estado de México 923, Guanajuato 629, Jalisco 188, Veracruz 491, Tamaulipas 673 y Puebla con 677.