Primero fue el Cuauh y ahora Caballo Dorado

Este fin de semana se confirmó que el movimiento ciudadano pretende competir por una diputación en Chihuahua con el señor Eduardo Gameros.

Es probable que no conozca el nombre de este individuo. Sin embargo, si agregamos que Gameros solía ser el vocalista de la agrupación Caballo Dorado, entonces seguramente sabrá de quién le hablamos.

Aparentemente, el Movimiento Ciudadano aprendió del “éxito” del Partido Social Demócrata de Cuernavaca.

Y es que, así como los socialdemócratas tuvieron éxito con un futbolista, los “ciudadanos” pretenden conquistar una diputación con un cantante de música grupera.

Evidentemente, al Movimiento Ciudadano le importa muy poco la calidad de sus gobiernos, el tamaño de sus candidatos o la entrega de buenos resultados a la ciudadanía.

Evidentemente, al Movimiento Ciudadano le importa garantizar su renta política, asegurar espacios de poder y seguir medrando con el dinero público.

Evidentemente, nadie escarmienta en cabeza ajena.

Y es que pareciera que donde los cuernavaquenses padecen a un alcalde improvisado, que sirve de vehículo a rencillas políticas y que abandona sus funciones para regresar al campo de futbol; los chihuahuenses correrían la misma suerte con un personaje de la farándula.

¿Será, acaso, que los partidos no terminan de entender que la ciudadanía está harta de políticos mediocres?

¿Será, acaso, que los partidos no terminan de comprender que los mexicanos ya no quieren servidores públicos improvisados?

¿Será, acaso, que los partidos no terminan de enterarse que pareciera que no entienden que no entienden?

Por donde lo mire, resulta cuestionable que una agrupación política seria –con alcance nacional–, postule a un individuo como Eduardo Gameros, ¿tan poco les importa el bienestar, la integridad y la calidad de vida de sus gobernados?