Primer Ministro cae por corrupto, ¿sabe en dónde?

Mientras que en México empiezan a discutirse temas relacionados con el combate a la corrupción, en otros países –como Rumania–, las malas prácticas han tirado a políticos de alto nivel.

De hecho, la ofensiva en contra de la corrupción en Rumania alcanzó al primer ministro, Victor Ponta; quien gobernó aquel país entre 2012 y 2015.

A Ponta lo investigaron por delitos como falsificación de documentos, evasión de impuestos, conflicto de interés y blanqueo de dinero.

Al hoy exprimer ministro también lo acusaron de haber recibido 50 mil euros un año antes de haber sido electo para el cargo.

Sin embargo, a pesar de haber sido señalado por corrupto, Ponta no dimitió y su permanencia en el cargo desató una crisis política. Y es que durante meses, el entonces primer ministro negó los hechos y esperó a que una autoridad –por encima de él– tomara cartas en el asunto.

En su momento, la Fiscalía de Rumania intercedió para castigar al líder de aquel país. No obstante, el exprimer ministro estaba protegido por una especie de fuero.  

Al respecto, vale la pena comentar que en 2013, en Rumania se implementó una ley que permite sacar jugo a los corruptos. Todos los funcionarios corruptos que terminan en prisión, se dedican a escribir libros mientras están en la cárcel. De este modo, por cada publicación terminada, su pena disminuye 30 días.

El asunto no es menor pues durante 2014, más de mil personas fueron procesadas por actos de corrupción: 24 alcaldes, cinco parlamentarios, dos exministros y un exprimer ministro. La tasa de condena es del 90 por ciento.

Además, según el ranking de Transparencia Internacional 2015, Rumania es el país de la Unión Europea peor evaluado. No obstante, también es cierto que se trata de un país en que ya se ven cambios en el combate a la corrupción, y que ha sabido enfrentar un fenómeno que parece enraizado en la sociedad.

Es decir que por lo que se ve en Rumania, sí es posible poner un alto a la corrupción.