Contrario a lo que se pudiera pensar, el priista Roberto Albores Gleason encabeza las preferencias de los ciudadanos para gobernar Chiapas, con 42 por ciento, de acuerdo con una encuesta realizada por Beltrán, Juárez y Asociados.
En la medición, levantada entre el 23 y 27 de marzo pasado, el morenista Rutilio Escandón se ubica en segunda posición de las preferencias, con 39 puntos porcentuales, dejando al panista Antonio Aguilar Bodegas, en un lejano tercer sitio, con 18 por ciento.
Sin embargo, las cifras anteriores contrastan con otros sondeos, como el de Opinión Pública Marketing e Imagen del pasado 8 de abril y publicada en redes sociales, en la que Albores Gleason ocupa el segundo lugar, con 26.5 por ciento ante 35.1 puntos porcentuales de Escandón.
Es el caso también, del estudio de la encuestadora Massive Caller, que en su sondeo del 4 de abril, el candidato del PRI apenas alcanza un 13 por ciento, ante 36 por ciento del morenista. En segundo lugar se ubica José Antonio Aguilar Bodegas, con 22 puntos.
Por su parte, el sondeo de Arias Consultores de esta semana, Rutilio Escandón se mantiene como puntero, con 35.5 por ciento en preferencia y le sigue Roberto Albores con 20.7 puntos.
Estas cuatro encuestas contrastan de manera importante, sin embargo, en un balance general, la pelea será entre los candidatos de Morena y el PRI, este último con la labor titánica de poder realizar lo que hace seis años. Y es que en 2012, fueron los chiapanecos quienes hicieron la diferencia a favor de Enrique Peña Nieto, que ganó por cerca de un millón de votos en esa entidad.
La pelea por el Gobierno del estado, entre el PVEM y el tricolor también será de suma importancia, luego de que el PRI impuso a Roberto Albores como el candidato de la coalición PRI-PVEM-PANAL a la gubernatura.
Lo anterior no cayó nada en gracia en la cúpula del Partido Verde Ecologista, cuyos dirigentes deseaban que esa candidatura la ocupará el diputado Eduardo Ramírez.
A pesar de lo anterior y que todo indicaba a que habría una inminente derrota del PRI en la entidad, comienzan a moverse de nueva cuenta los números en cuanto a preferencia electoral, mismos que señalan que nada está escrito.
