De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de los primeros tres tramos del Tren Maya, el proyecto podría causar, en caso de no respetar las leyes ambientales o no mitigar su efecto, “un ecocidio sin precedentes”.
Presentada por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para su evaluación, la MIA hace referencia a que los estudios de demanda no contaban con información suficiente.
De acuerdo a El Universal, los promotores retorcieron la legislación ambiental en contra del análisis de sus asesores para poder comenzar las obras sin este requisito.
Así, de esta forma, en sus casi 2 mil páginas se puede leer sobre un posible ecocidio si no se cumplen las leyes ambientales, que los estudios de demanda por los que se pagaron 23 millones de pesos no contaban con información suficiente.
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Por otro lado, también se cifra en 7 millones y medio de pesos el presupuesto destinado a pagar a 14 trabajadores que se encargarán de cumplir las medidas de mitigación ambiental a lo largo de tres años y de los 626 kilómetros del trayecto.
Al respecto, expertos consideran este monto y el número de trabajadores “ridículos” para el tamaño del proyecto.
“El proyecto costará decenas de miles de millones de pesos y los daños ambientales los piensan satisfacer con cantidades ridículas. Así no se hacen las cosas”, argumentó Luis Fueyo, experto ambiental de la UNAM y con experiencia en el sector público.
Finalmente, de acuerdo con datos de otra sección de la MIA, el Tren Maya tendrá, en su fase de preparación y construcción de las obras, 112 impactos adversos: “Durante estas etapas se producirán las actividades más agresivas de todo el proyecto”, se lee.
