En este espacio hemos dedicado mucho tiempo a comentar y a analizar las aspiraciones de muchos políticos que pretenden convertirse en alcaldes, legisladores, gobernadores o presidentes de la República.
Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar, ¿por qué tantos buscan con tanto ahínco ocupar un cargo en el servicio público?
Una posible respuesta la encontramos hoy en El Universal.
Y es que, según el Diario, la cámara de Diputados firmó un contrato con una institución bancaria por cerca de 71 millones de pesos.
Esta transacción avalaría un seguro de vida para cada uno de los 500 diputados.
Es decir, que si alguno de los 500 representantes del pueblo pierde la vida en los tres años que dura el encargo, los deudos del legislador se llevarían más de 5 millones de pesos.
Pero eso no es todo. El contrato que pactaron los diputados garantiza que si el diputado pierde la vida en un accidente aéreo, el monto del seguro sería doble, es decir, 10 millones.
Y si el deceso del diputado ocurre en un accidente colectivo –como un accidente de autobús–, entonces la prima sería del triple: 15 millones de pesos.
Al respecto, vale la pena hacer dos extrañamientos:
El primero, que si un ciudadano de a pie intentara adquirir un seguro de vida como éste con el sueldo oficial de un diputado, sólo recibiría cobertura por tres millones. Además, tendría que pagar unos 27 mil pesos al año como prima de seguro.
Y el segundo, que mientras los diputados adquieren un excesivo seguro de vida, nadie protege a los policías municipales, estatales y federales que día a día arriesgan la vida en su intento por garantizar la seguridad de todos.
