El presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado que él no permitiría la corrupción en su gobierno, que no sería “tapadera de nadie” y que no protegería a uno de sus “floreros” que tiene en su gabinete en caso de que haya cometido un crimen.
Sin embargo, esto resultó ser una mentira más del farsante de Palacio Nacional, ya que ha protegido a aquellos funcionarios y no ha permitido que rindan cuentas, ni que se les investigue.
Por ejemplo, en diversas ocasiones defendió a López-Gatell por su pésimo manejo de la pandemia del coronavirus.
Le dijo que “no estaba solo” y depositó toda su confianza en este lacayo, sabiendo que el número de mexicanos contagiadas y fallecidas por Covid-19 seguían subiendo y que la crisis sanitaria era incontenible.
Otro ejemplo es Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y su “corcholata” favorita para ser la candidata de Morena para la elección presidencial de 2024.
Cuando se desplomó el tramo elevado en la Línea 12 del Metro el 3 de mayo de 2021, López Obrador salió inmediatamente a defenderla, la excusó de toda responsabilidad y dijo que él sería el único encargado de brindar toda la información sobre este siniestro.
Otro caso es Ignacio Ovalle ha quien ha defendido por el desfalco millonario en Segalmex al asegurar que es una “buena persona” y que fue “engañado” por priístas de “malas mañas”.
¿Por qué López Obrador ha defendido tanto a estos y muchos otros floreros y lacayos que han demostrado que son corruptos e incapaces de resolver los problemas que se le presentan?
¿Será porque tiene miedo a que lo extorsionen o porque en realidad todos se benefician de la corrupción que hay en el gobierno?
Este tema lo aborda Ana María Salazar en su columna “La tradición de proteger a secretarios incapaces y criminales”, en donde expone cómo Andrés Manuel y otros presidentes han asumido los costos de las negligencias y actos criminales de sus asesores más cercanos.
“Pero también señalé a través de los años, el pragmatismo que requiere el ejecutivo de usar a los secretarios como piezas de ajedrez que se sacrifican para prevenir un jaque mate al Rey”, escribió.
En el caso de AMLO, expuso que él está dispuesto a desaparecer al Instituto Nacional de Migración (INM) para proteger a Adán Augusto, extitular de la Secretaría de Gobernación (Segob), y otra de sus “corcholatas” presidenciales, con tal de que este funcionario no sea responsable de la muerte de 40 migrantes en una estación migratoria en Chihuahua.
“El caso de Enrique Peña Nieto se parece mucho a la situación que vive el Presidente López Obrador: Secretarios que se dedican no ha servir a la nación, sino hacer campaña a la presidencia. Y en ambos casos se desmantelaron instituciones para proteger los intereses políticos de los “candidatos””, señaló.
A continuación puede consultar el texto completo.
Con información de El Financiero
MSA
